Piedras

Piedras es la ópera prima de Ramón Salazar pero suena a cine visto mil y una veces (por ejemplo cada vez que nos topamos con una cinta de Al...

Piedras es la ópera prima de Ramón Salazar pero suena a cine visto mil y una veces (por ejemplo cada vez que nos topamos con una cinta de Almodóvar) y como es evidente cuenta con los defectos y las virtudes heredaras de ese mismo cine.

Piedras (supongo que en los zapatos porque no deja de hablar de ellos en todo momento) es el compendio de muchas historias que tienen pequeños puntos en común, algunos creíbles y otros menos pero que al fin y al cabo en algún momento se hilvanan. El problema es que las historias son desiguales y como en todos lados las hay: buenas, regulares y malas, o por decirlo de otra manera, encontramos historias interesantes y otras, como las de Ángela Molina totalmente prescindible y es que su historia (y esta actriz) se convierte en un lastre para esta cinta consiguiendo hundirla sin contemplaciones…

Y eso que las actuaciones (y como hemos dicho, alguna historia) son realmente buenas, incluso la señorita Njawa Nmiri parece una actriz solvente. Pero como hemos dicho hay alguien (Ángela Molina) que se ha propuesto hundir a esta cinta y lo ha conseguido: sobreactuada, hipocondriaca y poco creíble, ella y su historia, casi tan poco creíble como Nacho Duato en el papel de podólogo…

Pero no todo en Piedras es malo (aunque sinceramente no consigue el aprobado) hay una historia genial: la de Anita, Alpino, Joaquín y la Gran Vía madrileña… es realmente bueno, no sé, en gran medida por el buen papel de Mónica Cervera. Pero no, no es suficiente, y Piedras se hunde sin remedio ni reparo… quizás si fuese más corta, quizás si no estuviese la historia de Ángela Molina, quizás si Salazar encontrase esa pequeña idea feliz que lo convirtiese en una gran película coral, quizás… demasiados quizás para aprobar.

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