Nola Darling fue el primer largo del director americano Spike Lee allá por 1986, una cinta en la que habla de las relaciones personales y como los convencionalismos pueden en muchas ocasiones con ellas.

Nola Darling se convierte en un falso documental donde los protagonistas, cada uno de ellos y la gente más cercana cuenta la situación desde su óptica. Nola Darling es una película que no ha logrado engancharme, probablemente no sea por el tema, si no que vaya más allá del mismo o de la estética (en blanco y negro por cierto) o de la música jazz que golpea nuestro oído en todo momento, Nola Darling me ha resultado desfasa, sin fuerza, sin vigor e incluso por momentos sin demasiado que contar.

Podremos decir mil cosas de Nola Darling, algunas a favor, otras en contra, nos pueden hacer gracia las muecas de Spike Lee ante la cámara, que salgan su padre y hermana, las fotos de Nueva York y todas esas cosas pero está claro que quien busque en Nola Darling al Spike Lee reivindicativo no lo va a encontrar, quien busque política tampoco lo hará, aquí tan solo encontramos una mujer, tres amantes y poco (o nada) que contar. Sí, Nola Darling es obra de Spike Lee pero no es el Spike Lee que estamos acostumbrados a ver y no, no me ha gustado (nada además).