En el baloncesto, al igual que en el deporte en general, hay muchas maneras de ganar un encuentro; hay entrenadores que presumen de su ataque, otros que cimentan las victorias en su defensa, los hay que juegan libre, otros en cambio con sistemas, algunos… todo ello es deporte, esfuerzo y trabajo. Pero lo que nos sucedió en nuestra visita al Puerto Cruz, poco o nada, tiene que ver con el deporte, con el esfuerzo o con el trabajo.

Comenzando por encontrar cerrado el recinto, por tener que rodear un colegio por una misteriosa desaparición de llaves hasta tener que jugar la segunda parte del encuentro hacía una canasta que no tenía iluminación en el Puerto de la Cruz pasó de todo en la tarde del lunes.

Podríamos hablar de nuestros paupérrimos porcentajes de tiro, podríamos hablar de las actitudes de ciertos personajes (y no, no hablo de árbitros como muchos estaréis pensando), podríamos decir que lo intentamos, podríamos… pero ¿sabéis? No merece la pena.

No merece la pena hablar de un partido de baloncesto que no existió, y no existió porque ciertas personas (cobarde que no dieron ni darán la cara) hicieron lo posible para que no existiese. No voy a perder el tiempo en hablar de un equipo que tiene un pabellón como cancha de juego pero que monta encerronas en ratoneras de colegios, no, no voy a perder el tiempo en ellos, ya lo perdí yendo dos veces al Puerto (la primera ni jugamos, supuestamente había goteras en el pabellón, goteras que nadie vio ya que nadie pudo abrir la puerta del mismo), ya hemos perdido el tiempo escribiendo un informe que en breve llegará a la Federación Insular de Baloncesto de Tenerife, ya hemos perdido demasiado el tiempo.

Y es que es posible que me tiren de las orejas tras leer esta crónica, es posible que ni tan siquiera se publique la misma (cosa que por cierto me decepcionaría) por miedo a que la misma hiera ojos ajenos pero yo, nosotros, nos negamos a callarnos ante tal atropello; nos negamos a que se tire por tierra de esta manera el trabajo y el esfuerzo de nuestro jugadores, nos negamos a que se juegue así con sus ilusiones y pasiones. Trabajamos para luchar en un juego al que queremos y respetamos, luchamos por las victorias pero por no lograrlas no dejamos de trabajar por ellas por lo tanto: exigimos que no se nos falte al respeto como sucedió en el patio del colegio Cesar Manrique el martes a la tarde (y vuelvo a añadir: en ningún momento hemos hablado de la labor arbitral).

Parciales: (12-7), (14-5), (11-3), (2-2) [39-17]

Box Score: Uriel (3 puntos y 2 faltas), Dani (- puntos y 1 falta), Jorge (3 puntos y 3 faltas), Pablo (3 puntos y 4 faltas), Aitor (4 puntos y 4 faltas), Miguel López (- puntos y 3 faltas), Luca (- puntos y 3 faltas), Miguel (4 puntos y 4 faltas), Sergio León (- puntos y 3 faltas)