Empecemos jugando en serio ¿Cuál es el primer problema de Los Perros Dormidos Mienten? Pues su cartel, en él encontraremos laureles del Festival de San Sebastián, del Festival de Toronto incluso del Festival de Sundance… Laureles que nos pueden hacer pensar que se trata de una película indie o incluso lo que es peor, de una película interesante.

Los Perros Dormidos Mienten comienza con una confesión, la de nuestra protagonista Amy quien practicó una felación a su perro en una tarde de aburrimiento; y esta es la única novedad de la cinta, que habla abiertamente de un acto zoofilico, a partir de ese momento nada nuevo, no innova en absoluto. Incluso, los personajes son copias de otros vistos mil veces en pantalla: el padre con doble vida, la madre puritana que no lo es tanto, el hermano drogadicto acomplejado, su amigo gilipollas… todo, todo está visto una y mil veces.

¿Pretenden hacernos crees con esos laureles que Los Perros Dormidos Mienten? ¿O pretenden que esos críticos internauticos den su beneplácito sin pararse a visualizar la cinta mientras piensan tras sus gafas de pasta “viene de Sundance, es buena tío, es buena? Pues no, me niego a seguirles la corriente.

Otra cosa que me hace gracia es que Los Perros Dormidos Mienten tiene su propio mensaje: miente sobre aquello que pueda perjudicarte… hombre, la verdad es que es un mensaje muy en boga en estos tiempos, eso no se puede negar pero ¿la vida de Amy es mejor por callarse que le ha hecho una felación a un perro? O ¿simplemente es mejor callarse algunas cosas, actuar como otros quieren y no ser uno mismo por miedo al rechazo? Seamos críticos ¡por favor! Y es que cuanto más lo pienso más impresentable me parece Los Perros Dormidos Mienten, no por la mamada a un animal que estaba alegremente dormido en el suelo, no por mentir para ser parte de una sociedad que nunca comprendería a nuestra prota, no por el uso de metanfetaminas o incluso pegamento… ¿Por qué leches metemos por el medio a Roy Orbison? ¿Es una mala historia de putas a lo Pretty Woman? Agh! Me estoy crispando!

Los Perros Dormidos Mienten no es una comedia inteligente, es una comedia de medio pelo no tiene más, no es Juno, no es Pequeña Miss Sunshine, no es nada, tan solo una muy mala película con vitola de buena… y por lo tanto no se merece más que:


Hubiese merecido (quizás) un gatito pero por culpa de esos gafapasta que leen Sundance y se excitan no le otorgo ningún gatito, dejando así clara mi desaprobación total a esta cinta.