Chop Shop: London Garage (2ª temporada, primera entrega)

En esta segunda temporada los amigos Bernie y Leepus se han dedicado a la confección de coches a medida para grandes estrellas (del panorama...

En esta segunda temporada los amigos Bernie y Leepus se han dedicado a la confección de coches a medida para grandes estrellas (del panorama británico, eso sí) y quizás por ello la estructura de los capítulos y la cantidad de vehículos ha cambiado; si antes teníamos un vehículo por capítulo ahora esto ha cambiado y cada automóvil nos llevará dos episodios.

Comenzaron el año realizando un coche gánster para el actor y componente de Spaudau Ballet, Martin Kemp. Para ello partieron de un Saab 900 turbo y llegaron a esto:


En la actualidad este coche no existe y os preguntareis si Martin Kemp lo ha estampado en alguna curva, pues no amigos no; este coche lo compraron algunos directivo de VW en una subasta benéfica (por 700 libras) con el fin de destrozarlo en una de esas carreras de Monster Truck (camionetas o camiones modificados para destrozar todo lo que se encuentran a su paso) pero antes fue útil: los visitantes al espectáculo podían golpearlo, rayarlo o incluso golpearlo con un bate de beisbol tras hacer una donación a una fundación contra el cáncer… ¿sabrá esto Leepus? La verdad es que esta aberración bien merecido que se lo tenía.

Tras el coche de Martin Kemp fue el turno para jugador de rugby inglés Lawrence Dallaglio quien recibiría su coche como premio (sorpresa) en su partido de despedida. La idea fue fabricar un muscle-car a partir de un Ford Capri de 20 años.


Debo decir que dentro del estilo Leepu este es uno de los coches que más me han gustado; o mejor dicho es de los pocos Coches-Leepu que no mandaría directamente al desguace.

Pero sin duda el coche más interesante que han “creado” Bernie y Leepu esta temporada ha sido una reedición del Rover Jet1 para Jools Holland; el música de jazz británico pidió una réplica del mítico Jet1, encargo que Bernie aceptó y que causo serios problemas en el garaje de Chop Shop debido a la negativa de Leepu para “plagiar” un coche.


Al final Leepu comenzó a hacer reflexiones sobre su crecimiento como “artista” (ya sabéis porque lo entrecomillo) e hizo su propio Jet1; me ha gustado ver como Leepu tenía que acatar las órdenes del cliente y callarse comiéndose toda su arrogancia y es que a diferencia del bengalí, Jools Holland sabía lo que quería y cómo lo quería.

Debo decir también que este capítulo tiene una nota negativa y es que al hacer todos los vehículos de una idéntica duración de episodios el final del coche de Holland ha sido muy precipitado, dándole poca importancia y la pintura y al interior, los cuales, para mí, dan ese toque tan atractivo al vehículo.


mañana segunda y última entrega de esta temporada

Aquí os puede interesar

1 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?