No os voy a engañar, mientras veía Two Lovers estaba imaginando la caña que le iba a dar en la crítica pero en es ese momento ocurrió y en vez de tener un final que destrozase la cinta (o por lo menos que siguiese en su mediocre nivel) James Gray nos sorprende con un final que nos deja con la boca abierta.

Y es que Two Lovers es una lucha entre lo que nos conviene y lo que nos gusta y nos atrae hasta perder las formas, la ética y la moralidad. Una lucha constante que por momentos se convierte en previsible, de hecho, toda la cinta hasta el momento final es más que previsible, incluso aburrida pero el final… descoloca al más pintado.

¿Sirve este final como tabla de salvación de los 100 minutos anteriores? Uff, eso es otra cosa muy diferente y es que aunque Two Lovers está bien interpretada (con una, por momentos, guapísima Gwyneth Paltrow), está dirigida con elegancia y su guión es sólido, la cinta se desarrolla al tran-tran, un ritmo lento que parece no avanzar por momentos y esto es un gran lastre.

Y es que tanto hablar de amor, tanto buscarlo para terminar así… y es que Two Lovers no es una película romántica, todo lo contrario, es una cinta sobre soledades y miedos compartidos con el primero que te encuentras en el rellano de la escalera.

Two Lovers con un cuarto de hora menos hubiese sido una cinta realmente buena pero como dura lo que dura se convierte en un proyecto interesante que no termina nunca de culminar pero con una gran conclusión final ¿quieres saberla? No te la digo, te estropearía la película prefiero decirte que Two Lovers: