Tras quedarnos con la miel en los labios el jueves fue el turno de la visita a la cancha del Luther King, sí, sin duda teníamos ganas de hacerlo bien, de demostrar que somos un equipo mucho más duro y fuerte de lo que marca la clasificación, ganas de demostrar que podemos competir y ganarle a cualquier otro equipo en nuestro primer año en la categoría; eran las tres de la tarde y esa era nuestra única idea.

Pero ya en el calentamiento comenzamos a sentirnos (muy) incómodos sin ninguna razón aparente… que si el olor, que si el suelo, que si… raro, aquello se convertía en un calentamiento muy raro. Tan raro que comenzamos el partido con una disposición defensiva zonal que sorprendía incluso a nuestros jugadores pero que comenzaba dándonos resultados alentadores: si bien es cierto que no anotábamos, ellos tampoco nos lo hacían a nosotros.

El cambio a defensa individual supuso el primer bache del encuentro; la mala comunicación acarreó que los locales tomasen cierta ventaja en el marcador (nunca superior a 10 puntos) en ese momento volvieron fantasmas pasados pero supimos sobreponernos y al término de estos primeros 10 minutos, el resultado, sin ser el ideal, era alentador: 12 a 12

Los primeros minutos del segundo periodo siguieron la línea marcada por los últimos del primero pero poco a poco comenzamos a perder fuerza en el rebote (tanto en el ofensivo como en el defensivo) y fue entonces cuando los chicos del Luther King tomaron la delantera de manera clara. Sufrimos para terminar el cuarto vivos pero un par de triples en los últimos minutos hicieron que así fuera, llegamos a 8 puntos de nuestros rivales, con una nube negra sobre nuestras cabezas pero con ganas de seguir luchando.


En la reanudación salimos a la pista con ganas de remontar el encuentro y soñando incluso con la victoria pero a los pocos minutos el Luther alcanzaba una diferencia de 14 puntos a su favor, el partido se nos ponía cuesta arriba pero no por ello dejamos de luchar. Defendiendo sobre la línea de pase logramos hacernos con una buena cantidad de balones que nos posibilitaron ataques rápidos en superioridad y lo que antes eran 14 quedaron reducidos a 2. Encarábamos el último periodo con ganas y posibilidades.

Y ahora, en medio de esta crónica os voy a contar una pequeña historia, anoche eran cuatro los entrenadores que estaban alrededor de una mesa, se hablaba de un quinto un entrenador al que personalmente y aunque no comparta sus técnicas (y mucho menos su táctica) tengo cariño; se comentaba que siempre tiene una excusa incluso cuando gana. Considero que debo aprender de todas las conversaciones y hoy no pondremos excusas: lo intentamos, tuvimos una jugada para empatar el partido, en esa jugada tuvimos 3 balones a nuestro favor, no lo logramos y perdidos. Tuvimos el último tiro, no lo hicimos ¿lo planteamos mal? Es posible pero está claro que un partido no se pierde por un tiro a falta de 4 segundos.


No hay más que decir, nosotros perdimos, el Luther ganó, por primera vez en la temporada salimos con la cabeza gacha pero eso no quiere decir que hoy no pensemos en ganar al Puerto este sábado.

Chicos, padres, seguidores, entrenadores, directivos aprendamos de las victorias pero sobre todo de las derrotas para que no se repitan y 1, 2, 3… Unión!

Parciales: (12-12), (17-9), (13-19), (22-21) [64-61]

Anotadores: Uriel (3 puntos y 4 faltas), Dani Beten (- puntos y 1 falta), Jorge (1 punto y 3 faltas), Aitor (20 puntos y 5 faltas), Sergio Rodríguez (7 puntos y 5 faltas), Shadday (- puntos y - faltas), Luca (7 puntos y 1 falta), Miguel Penalba (4 puntos y - faltas), Sergio León (19 puntos y 5 faltas)