Para terminar, me gustaría pedir perdón a una persona que no sé si leerá esto pero, de igual manera, me parece justo agradecer un consejo que me dio, un consejo al que no hice caso y que ahora estoy pagando por ello, a José Ignacio García, quien en mayo de 2010 me daba su visión del Unión Baloncesto Laguna, versión que no creí por las falsas sonrisas y promesas de Moisés Mora.

Ahora entiendo lo que me decían cuando me hablan de la cara B del Unión, de la falsa humildad y de la poca seriedad y claridad con las que se llevan las cosas en el club, de las mentiras que se cuentan (4 ó 5 bastante graves en la reunión de la noche del lunes donde se le comunicaba mi destitución a los jugadores, por ejemplo). Y es que el señor Mora se muere por ser ese coordinador del que tan mal habla, del que dice que decide quien juega y quien no (aunque en la reunión ose decir que “a mí me importa un huevo lo que piensen otros clubes del mío”) y es que ya está bien de salir en la foto y no trabajar, ya está bien de pedir dinero, de hacer usura con los jugadores y después no cumplir con los pagos y racanear todo cuanto se puede (y sí, Moisés, que no te parezca mal, pero es de usurero intentar cobrarle la mensualidad a un jugador como Pablo González que tiene la clavícula rota y que no ha entrenado un solo día y que además tanto ha hecho por el Unión, o la de racanearle el dinero a los entrenadores de las escuelitas).

Y es que es muy fácil decir en el discurso de la cena de Navidad “somos una gran familia” y una semana más tarde eliminar al primo discordante del árbol genealógico y ¿sabes lo peor? Que no soy el único que se ha dado cuenta… Me voy con la cabeza alta, consciente que he salido del club por defender a mi equipo, a mis jugadores y a la gente trabajadora por encima de los amigos, el dinero o los favores. Me voy siendo consciente del potencial de este grupo y sobre todo de su calidad humana y es que esto aunque suene a tópico no lo es, buena muestra de ellos son los terceros tiempos importados del rugby que estábamos llevando a cabo.

Y es que ya lo decía mi difunta abuela: “en tiempos de la dictadura estarías fusilado”… y, al parecer, en los tiempos de la democracia también.

Añado este último párrafo a posteriori del inicio de la publicación de estos artículos: alguno ha dicho que los escribo por venganza o con ánimos revanchistas, para hacerle daño al Unión Baloncesto Laguna o a Moisés Mora, en absoluto. Escribo estos post como aviso, como el que a mí me dio José Ignacio García, tan solo son una opinión subjetiva. Si alguien se ha resultado ofendido, nada más lejos de la realidad, simplemente es un aviso para que nadie caiga engatusado por falsas promesas, como yo.

Amigos, parece que Moisés (y la camarilla de la que se rodea) no se da cuenta que están jugando con el TRABAJO de la gente, con el dinero del alquiler, con el dinero de dos semanas de comida… que sí, que es muy fácil decir ahora “este godo de mierda” o “o paran de salir cosas en el blog o voy a tener que romper piernas”… Pero amigos, hay que ver más allá, alejarse de la amistad y ser un poco más crítico y empático, que no solo nuestros hijos/amigos/colegas son los que sufren, que ellos mismos también causan problemas y dolor al resto.

Y, sin nada más que añadir, desear unas felices fiestas a quien se lo merezca.