Win Win tiene un problema, un gran problema, tan solo un problema, un problema que arranca el corazón a la cinta y hace que la pérdida de credibilidad y autenticidad caiga por el retrete sin compasión. Y ese problema no es otro que su búsqueda salvaje del happy-end donde todos y cada uno de los personajes de esta cinta salgan ganando.

Y es que hasta ese momento Win Win trascurre (con sus más y sus menos) por un sendero interesante a la vez que previsible. Y es que los personajes que nos presenta Win Win son cercanos y creíbles, quizás no originales, pero sí creíbles ello hace que empaticemos con los mismos desde el primer minuto de la cinta, quizás alguien se sienta como el entrenador, como el luchador pero sin duda todos sonreimos con Leo.

Nunca escribiré que Win Win es una mala película ya que para mí no lo es: su guión está cuidado, sus actuaciones son buenas, está grabada con gusto… pero no arriesga, se queda ahí, sin atacar y sin defender. En España a Win Win se le puso el subtitulo de Ganamos Todos y ese es el gran problema del que hablábamos al principio: busca agradar(nos) a todos y eso, rara vez, se consigue.

Para Win Win: