En Tenerife, al igual que en Galicia, existen pistas con la vitola de difíciles de las que se comenta que un día el hijo del primo de un vecino del bloque B de la casa del tío de mi abuela tuvo que salir escoltado, pistas donde se dice que se reúnen los oriundos del lugar para practicar su deporte favorito: insulto al visitante. Leyendas como que siempre hay un aro doblado y más bajo donde el local tiene unos porcentajes de acierto increíbles y en los cuales tu equipo no anotará un solo punto... pero después llegas y como en el caso de La Guancha son lugares maravillosos (y fríos) donde la gente se reune para echarse unas canastas con los amigos, y si puede, ganar.

Una vez dicho esto pasemos al partido de la noche del viernes: llegamos a La Guancha haciendo miles de cabalas sobre nuestras posibilidades de acceso a la Final a Cuatro y olvidándonos del partido que esa misma noche tendríamos que disputar.

Comenzamos jugando bien en ataque aunque sorprendidos por el acierto exterior de los locales. Movimos bien (incluso muy bien) el balón, jugando de fuera a dentro e invirtiendo, sí, como entrenadores ofensivamente podíamos estar contentos. Pero en cambio en defensa las cosas no estaban tan bien y es que cada vez que cometíamos un error en nuestro sistema de ayudar los exteriores (o los interiores saliendo a la línea de 3) nos castigaban sin piedad, de hecho, de los 14 puntos anotados por los locales en este periodo 12 fueron más allá de la línea de tres.

Al final de los primeros 10 minutos el electrónico reflejaba la igualdad demostrada en el pista: 14 a 14, si bien es cierto que desde los minutos iniciales nunca conseguimos liderar el marcador.

Comenzamos el segundo periodo con los mismos problemas defensivos que en el periodo anterior y tropezando contra la zona de los locales en ataque. Poco a poco La Guancha consiguió distanciarse (levemente) en el marcador logrando cinco puntos de ventaja. Nuestras rotaciones y una pequeña subida de intensidad defensiva consiguió empatar de nuevo el encuentro. Hicimos valer nuestro talento ofensivo interior y de nuevo nos pusimos delante en el marcador.

Desde ese momento la alternancia en el electrónico fue un hecho y el intercambio de canastas constante. Que terminó con un error ofensivo nuestro perdiendo un saque bajo nuestro aro que aprovecharon los chicos del IES La Guancha para fijar el 32 a 29 con el que llegamos al descanso... En ese momento aquella máxima que dice que "el baloncesto es un juego de sensaciones" y en ese momento las sensaciones de ambos conjuntos eran muy diferentes: está claro que ellos creían dominar el ritmo del encuentro mientras que nosotros nos quedamos muy fríos pensando en que pecamos de pardillos (sí, se podría utilizar un sinónimo más digno pero la realidad es esta).

Y con esas sensaciones en el cuerpo comenzamos el tercer periodo: ellos pensando en ganar y nosotros en no perder. Pecamos de nuevo: esta vez de falta de dureza defensiva pero sobre todo de falta de ambición por la victoria. Mientras nuestros rivales cargados de ambición y hambre se dedicaron a pasar por encima nuestra como un rodillo y es que no tenían piedad desde el perímetro.

Encajamos 36 puntos, de verdad pretendemos ganar un partido en el que en tan solo 10 minutos encajamos 36 puntos. El Ópticas Debor Drema se define por su intensidad defensivo ¿existe intensidad cuando encajas 36 puntos? La verdad es que no queremos desmerecer a nuestro rival pero está claro que algo de nuestro lado falló... ¿es necesario decir que tenemos que ir partido a partido y no dar nada por ganado antes de jugarlo? Creo que no pero a veces parece que nos olvidamos de ello.


Y 21 puntos abajo comenzamos el último periodo. Sí, ganamos el periodo. Sí, anotamos 24 puntos pero ¿de qué sirve anotar 24 puntos cuando estás 20 abajo en el marcador? Pues la verdad es que de poca cosa: para maquillar el marcador, para aguantar el average y para poco más... Los 40 minutos llegaron a su fin trayendo consigo una merecida derrota, una derrota que nos debe enseñar (o recordar) que para lograr nuestro objetivo tenemos que ir paso a paso, partido a partido, que de nada sirve parar a un lado de nuestro camino y soñar con nuestros objetivos.

La receta es fácil: trabajo y esfuerzo y si las cosas no salen como queremos ya sabemos: un poquito más de trabajo que seguro que salen mejor.

Por cierto, el siguiente paso: esta misma noche contra Tegueste en el pabellón del Lomo Pelado a eso de las 21.00 horas.

Parciales: (14-14); (18-15); (36-18); (18-24) [86-71]

Anotadores: Jorge (13 puntos, 4 faltas), Mariano (4 puntos, 3 faltas), Julio (- puntos, - faltas), Antonio (5 puntos, 1 falta), Andrés (13 puntos, - faltas) -quinteto inicial- Cañete (7 puntos, 3 faltas), Javi (- puntos, 5 faltas), Chechu (7 puntos, 1 falta), Riky (3 puntos, - faltas), Tinguaro (7 puntos, 2 faltas), J.J. (2 puntos, - faltas), Susma (10 puntos, 2 faltas)