Los Cinco Discos Imprescindibles de... David González
11:34:00
Probablemente si comenzase esta entradilla escribiendo algo como "hoy nuestro invitado en Los Cinco Discos Imprescindibles es David González. Quien comenzó..." muchos de vosotros buscaríais los grupos en los que ha tocado para intentar ponerle cara pero no, hoy no quiero ponerle cara, prefiero que le pongáis un avatar ya que hoy, en Los Cinco Discos Imprescindibles nos acompaña: BroderYon.
BroderYon (a.k.a. David González) comenzó en el mundo de la música en otro siglo y es que eran finales de los 90 y recorría los escenarios de la isla con Libido. Más tarde llegaron Almas de Goma y Marque Moon. Pero en este tiempo Alejandro no ha dudado en colaborar con los grupos más representativos del panorama musical tinerfeño Aloperro, Fran Baraja y la Banda Reparte, Mento o La Vieja Morla.
Hoy nos sentamos con un animal de escenario, hoy en Los Cinco Discos Imprescindibles David González:
The lamb lies down on Broadway (Genesis, 1974)
En el año 1986 mi padre compró en el rastro de la Av. de Anaga un cassette. En la cara A estaba el disco Invisible touch (Genesis, 1986); en la B, No jacket required (Phil Collins, 1985). Esta cinta fue mi primera aproximación "consciente" a la música en general, y a Genesis en particular. Con el tiempo fui escuchando los anteriores discos, casi de una forma cronológica inversa, hasta que llegué a la "época clásica", con Peter Gabriel a la voz y Phil Collins a la batería. De esta época es The lamb lies down on broadway. Sus dos primeros acordes al entrar la banda completa me marcaron de por vida, con un cambio armónico tan extraño para mí, que sólo pude devorar el disco hasta su fin. Sus pasajes instrumentales, solos, armonías, melodías y letras hicieron de este disco mi favorito de la banda y de todo un estilo, el rock progresivo, donde The lamb me adentró.
Oxygène (Jean Michel Jarre, 1976)
Cuando era niño oía por la tele y la radio una serie de canciones cuya procedencia desconocía por completo, pero todas tenían un nexo común: eran instrumentales y "electrónicas". Así, músicos como Vangelis (Pulstar), Joël Fajerman (Flowers love), Isao Tomita (Arabesque nº 1 de Debussy) o Jean Michel Jarre me fueron dejando una marca indeleble e inconsciente que, con la llegada de Internet, se fue desvelando. Descubrir que tal artista con tal canción y en tal año me dejó una melodía imborrable que aún recordaba desde mi niñez fue una sensación indescriptible.
Oxygène es el disco que enmarca toda época de desconocimiento, y Oxygéne (Part IV) la canción canción que describe las influencias ocultas que finalmente brotaron treinta años después.
Behaviour (Pet Shop Boys, 1990)
El más claro ejemplo de que el pop puede ser serio y atemporal, y que en las etiquetas muchas veces pagan justos por pecadores. Escucharlo es imaginarme estar en una ciudad gris, nubosa, apagada y solitaria. Canciones marcadas por el drama humano, el sida, la tristeza, los celos, las inseguridades... Electrónica pop (y no tan pop) que roza la excelencia en sus sonidos, producción y buen gusto (influenciado en estos aspectos por esa otra joya que es el Violator, de Depeche Mode), y un tema, Being boring (mi canción favorita de PSB y entre las mejores que conozco), que marcó, para bien y para mal, un antes y un después para Pet Shop Boys, entre otras cosas -o sobre todo- por la censura de la MTV con su imprescindible vídeo, porque, oh, dios mío, aparecían culos masculinos en su inicio.
OK Computer (Radiohead, 1997)
Aún en la época preinternet, tenía una cassette de recopilación de discos NOW!, con los mejor de dos de ellos. Esa cinta la escuchaba única y exclusivamente por dos canciones: en una cara, High and dry; en la otra, Paranoid Android. Ambas de Radiohead, topé primero con el OK Computer, disco que me descubrió que había toda una música ahí fuera que tenía que descubrir, que había estado encerrado en mi propio mundo durante demasiado tiempo, y que me había perdido mucha, mucha música. Radiohead fue la primera banda por la que salí de la isla a ver un concierto, y escuchar Paranoid android en directo no se olvida. El OK Computer marcó un antes y un después en lo que puede ser una banda de rock que no tiene miedo a nada, que hace lo que quiere cuando le apetece, algo que Radiohead demuestra en cada disco que publica.
El Cielo (Dredg, 2002)
Una de las mayores y más gratificantes revelaciones de este siglo. Un disco redondo de principio a fin que me enganchó desde la primera escucha. De entrada no es fácil. Su carácter "compacto", casi de álbum conceptual, hace que las canciones no sean distinguibles unas de otras en el intento del recuerdo, pero sólo es al principio, porque él mismo te obliga a escucharlo una y otra vez hasta que se te queda bien grabado. Perfecto en la estructura de los temas y las melodías, los efectismos de las guitarras y una base rítmica envidiable lo convierten en un ejemplo de qué se puede hacer con un instrumento en las manos de aquel al que le gusten los experimentos. Un disco que me pierde en una carretera sin rumbo y con una niebla tan espesa que no me deja ver a dónde voy. Y eso me gusta.
0 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?