El domingo a 10 de la mañana, y es que parece que le estamos cogiendo gusto a esta hora como visitantes, visitábamos la pista de Los Sauces para medirnos al Los Sauces San José a quienes habíamos batido en la primera vuelta por tan solo 4 puntos (52 a 48). Sin duda se presentaba un partido totalmente abierto, en el que tendríamos que demostrar que sí habíamos madurado como equipo y no se trataba de una simple quimera.

Comenzamos el encuentro muy activos y aunque en ataque no lográbamos la fluidez necesaria para anotar con comodidad sí estábamos trabajando en el camino correcto. Poco a poco fuimos tomando el pulso al partido hasta lograr tomar delantera en el marcador. Pero como siempre hemos dicho nuestro juego debe basarse en la defensa: teniendo un defensa correcta y un ataque acertado logramos distanciarnos en el marcador con un tanteo de 13 a 22 al final de los primeros 10 minutos.

Pero en el segundo periodo el ritmo cambió y es que los locales se colocaron en zona (2-3), una zona que se nos atragantó excesivamente reduciéndose así poco a poco la diferencia en el electrónico. Y parece que cuando nuestro ataque no funciona, nuestra defensa se diluye así que los locales consiguieron colocarse por delante; se convirtió entonces el encuentro en un intercambio de errores, primero nosotros nos equivocábamos en nuestras decisiones ofensivas pero en la siguiente jugada los locales quizás demasiado ansiosos cometían errores no forzados. Pero, de nuevo, sobre la bocina los locales anotaban, 2 puntos más, 2 puntos que colocaban el 39 a 36 con el que nos íbamos al descanso.

Utilizamos el descanso para clarificar nuestras ideas y para marcar objetivos simples y claros: aumentamos el ritmo en ataque y subimos la intensidad de nuestras líneas defensivas. Dos ideas claras con las que saltamos a la pista.

Comenzamos a correr y ahora ya no siempre atacábamos contra zona porque Los Sauces no siempre llegaba ya al balance defensivo; así tomamos de nuevo ventaja en el marcador, una ventaja que nunca abandonamos. Los Sauces, conscientes que el partido se les escapaba, buscaron alternancias defensivas (nuevas defensas zonales, alternancias individuales-zonales...) pero estos cambios consiguieron el efecto contrario que perseguían y es que nosotros castigamos cada error, así poco a poco conseguimos alejarnos en el marcador de manera definitiva al llegar al final de este periodo con una ventaja de 11 puntos, una ventaja que no cerraba el partido, pero sí unas sensaciones que nos indicaban en que dirección seguir.

El último periodo se convirtió en una prolongación del anterior. Es cierto que fue un periodo más anárquico, especialmente en el juego ofensivo local, pero un periodo en el que de nuevo logramos sacar provecho y doblar la distancia con la que comenzábamos este periodo llegando al final de los 40 minutos con un tanteo de 73 a 95 que nos servía para alcanzar la décima victoria en esta 2º División Junior Masculina.

Está claro que esta temporada hemos ido de menos a más, es obvio, pero el trabajo no ha cumplido: por delante quedan dos partido muy complicados como es recibir a Salesianos Vigo (equipo que en la primera vuelta nos batía por 17 puntos) y visitar la siempre complicada pista de Maristas. Dos partidos, dos finales, dos encuentros en los que queremos despedirnos de la liga con el mejor sabor de boca posible ¿Qué necesitamos para ello? Tan solo tres cosas: trabajar, trabajar y trabajar y un poquito de suerte, que nunca está de más.

Parciales: (13-22); (26-14); (16-30); (18-29); [73-95]

Box Score: Pablo (14 puntos, - faltas), Samu (5 puntos, - faltas), Julián (17 puntos, 2 faltas), Gabriel (4 puntos, 2 faltas), Alberto (14 puntos, 1 falta) -quinteto inicial- Santi (8 puntos, 5 faltas), Torres (- puntos, 1 falta), Abraham (- puntos, 2 faltas), Adrián (14 puntos, 2 faltas), Mario (19 puntos, - faltas), Roi (- puntos, - 2 faltas)