Y para poner fina  esta primera temporada de Viajando con Chester, Risto Mejide sentó en su chester a Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Una mujer que muy al estilo Toni Genil y su baile del pañuelo, ha sido una de las creaciones de frikis de la televisión patria. Sí, ella no bailaba, pero de igual manera llamaba la atención a los medios por esa mezcla entre la inocencia utópica y radicalismo por la dignidad (o lo que no venden como dignidad). Este punto, el de que Colau ha sido un instrumento mediático debemos tenerlo claro... Ahora Colau no está de moda, como Genil, Paco Porras y Tamara tuvo su momento pero al igual que surgió ese momento, terminó. Por ello ¿deja de tener razón? Pues posiblemente no.

Posiblemente el discurso de Colau y por ello el de la PAH siga siendo tan vigente como meses atrás pero el problema es que la corporaciones mediáticas ya no le dan cabido, ahora, los desahucios y los escraches ya no interesan. Sin duda, los primeros se siguen llevando a cabo lejos de las cámaras, siendo igual de tristes y dramáticos pero su sitio lo ocupa el referéndum de Cataluña de Mas o la pseudoremontada del Dortmund. El tema de los escraches es diferente, quizás el mayor punto de conflicto entre Risto y Colau ha sido este: uno, Risto, los considera violencia pero en el otro lado de la balanza está Colau quien, posiblemente también los considere violencia aunque se niegue a reconocerlo, pero los ve como un recurso más, quizás el último recurso, quizás un error para muchos pero quizás la manera de llamar la atención sobre el problema inmobiliario para ella.

No hay duda que Risto volvió a convertir sus chester en un combate de boxeo dejando a un lado los últimos asientos de mamoneo y caricias mutuas. Aquí golpeó a Colau, ganó el combate pero ganó el prestigio del campeón por que en los instantes finales Risto, a través de Ada Colau, tiende la mano a la PAH y a sus acciones más mesuradas; acciones que busquen un objetivo claro como es la solución del problema y no simplemente llamar la atención sobre el mismo, por que sí, todos sabemos que existe un problema pero que por mucho que digamos que está ahí el mismo no se va a solucionar, quizás en vez de decir "mira, un problema" debamos decir "tenemos un problema, solucionemoslo".