Viajando con Chester... Oriol Junqueras

- ¿Cómo crees que pasarás a la Historia? - preguntó él - Como una buena persona, un buen padre, un... -  respondió con voz temblorosa ...


- ¿Cómo crees que pasarás a la Historia?- preguntó él
- Como una buena persona, un buen padre, un...-  respondió con voz temblorosa
- Nadie pasa a la Historia por eso- sentenció tras sus gafas

El primer invitado al último programa de la primera temporada de Viajando con Chester ha sido Oriol Junqueras, posiblemente para los más desconectados en política este nombre no supondrá nada pero Junqueras es el Presidente de Esquerra Republica de Catalunya o lo que viene a ser de otra manera: el presidente del grupo político que pide la independencia de Catalunya o Cataluña (dependiendo de a quién preguntemos) de España, convirtiendo a la primera en un país independiente.

Personalmente Junqueras no me cae bien, posiblemente sea un prejuicio injustos porque posiblemente el mismo se deba a que no me gusta su mirada en absoluto y ello, por mucho que Junqueras lo intente cambiar, siempre será así debido a su problema en el párpado. Además es una persona con la que aunque ideológicamente podemos coincidir en muchos aspectos noto que existe un muro, quizás porque su discurso además de independentista me parece excluyente y eso ya no lo comparto.

Dicho esto he de reconocer que Junqueras comienza su chester diciendo que la Catalunya que el persigue quiere llevarse bien con el resto países, esto podría ser el primer mazazo para derrumbar ese muro que nos separa a Junqueras y a mí (aunque él nunca lo sepa).

Creo que Junquera no hace en ningún momento ningún tipo de autocrítica, es más, se empecina en repetir constantemente un discurso donde echa balones fuera para no encarar así las lagunas que su proyecto puede presentar: el tema de la consulta (i)legal, o la respuesta a esa cariñosa pregunta "¿eres español?" en la que Junqueras divaga cuando lo más fácil hubiese sido decir que "sí" o que "no" y después defender la postura escogida y no enzarzarse en un "sí pero..." o un "no pero..." como hace Oriol Junqueras y es que los peros son antesalas de una cagada que se va a producir.

Pero llegó el tema, el jodido tema de siempre: el fútbol. En ese momento los catalanes, la inmensa mayoría, se agarran a las banderas españolas, claman a favor de madrileños, vascos, catalanes, andaluces... todo es amor, cariño, pasión... todo tan desmesurado que incluso el líder de ERC se alegra, no por le victoria de España si no por la felicidad de sus amigos... vamos a ver, vamos a ver, vamos a ver es como decir que te alegras de ver ganar al Barça cuando gana la liga españ... ¡joder! que si Cataluña se convierte en Catalunya el Barça no juega la liga ¡pues nada pasamos de la independencia! Y es que al final parece que somos más forofos que políticos... perdón, no lo parece, en España, en Cataluña y en Catalunya es así.


Aunque tristemente debo dar la razón a Junqueras en que las legalidades se construyen. Este es un país de pandereta, no sé si se hará el referéndum que cierta parte de Cataluña pide, pero tengo muy claro que la legislación, la constitución y lo que haga falta cambiará al antojo de los partidos o partido que se encuentre en el poder en ese momento a favor de su ideología y lo que es más triste a favor de la ideología de los mercados. Pero claro igualmente, unos y otros, nos hablaran de democracia y de "el apoyo ciudadano" faltando así al respeto a ambos: al ciudadano y a la propia democracia.

Me parece acertado el comentario de Risto en el que se queja que el soberanismo se ha apoderado del discurso político catalán y así ha dejado en un segundo plano los problemas que realmente afectan el habitante de la región. Se nos vende un estado que produce más que gasta, un estado al que se le sangra, un estado que mantiene a un país, ciertamente, ruinoso... pero no es que Cataluña sea mejor, tan solo y solo quizás, la única diferencia es que sus miserias sean menos miserables y aquellas que son igual de indignas prefiramos no verlas. Y es que personalmente muchas veces he pensado en el día después, no, en el día después no que estarán de resaca, pero sí en los días posteriores a la independencia de Catalunya, un lugar donde también habrá paro, donde su sanidad pública estará recortada y colapsada, donde gente haga sus maletas para marchar o huir y donde otros quieran entrar a criticar. Siempre me he preguntado que habrá detrás de la independencias de verdad y es que es fácil pedir cuando sabes que no te van a dar pero ¿os imagináis que un día nos la diesen? ¿Estaríamos preparados para tenerla? No, lo sé, yo, personalmente, tampoco y creo que Junqueras, en el fondo también sabe que esa respuesta negativa es lo que le mantiene allí donde está (y un muro entre nosotros).

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