Californication se podría resumir en un solo personaje: Hank Moody y es que tras seis temporadas y por mucho que nos guste la serie debemos reconocerlo: la trama está totalmente gastada; por si misma Californication ha llegado a su final por mucho que los guionistas lo estiren y nosotros, los espectadores, no queramos (y es que el buen-fracasado de Hank Moody ya tiene un espacio en nuestros corazones seriefilos).

Como ya hemos dicho Hank vive en el mismo bucle, un bucle de mujeres, alcohol y Karen, Un bucle en el que aparece una estrella invitada (bien sea escritor o estrella del rock) y en el que Charlie Runkle y el resto del mundo cohabitan con más o menos gloria (o minutos ante la cámara); es más, esos secundarios habitualmente viven en un surrealismo que logra arrancarnos varias sonrisas de esas que sonrojarían a nuestras madres pero en esta temporada alguno, Ofelia Robbins concretamente, rozan el absurdo. Es cierto que por otra parte ha aparecido el personaje más ilusionante (una ilusión finalmente frustrada) de las últimas temporadas: Faith, un personaje con el que pensábamos olvidar a Karen pero... bueno, no es demasiado complicado suponer como ha terminado esta nueva relación de Hank. Personalmente espero que Faith no desaparezca por que quizás, ese personaje, esa historia, sea la manera más digna de decir adiós a Californication y es que el manido happy-end que barruntamos desde la primera temporada sería en parte como traicionar a la propia serie... ¿qué queréis que os diga? Creo que al final imperará, que Hank de una u otra manera terminará con Karen (o falleciendo trágicamente) y que la serie perderá el sentido crítico y cínico que siempre ha tenido.

Dicho esto es cierto que Californication sigue siendo genial. Y es que por si misma, a través de una conversación en la barra de un bar Hank y Ashby debaten hacía donde avanzar hablan de mujeres pero bien podríamos aplicarlo a la propia serie: seguir los impulsos o tomar la decisión que, por mucho que nos neguemos a verla, habrá que aceptar antes o después. Seguir huyendo hacia delante o poner punto y final. Como ya hemos dicho, aunque cíclica, Californication es genial y posiblemente mucho más que una simple serie sobre sexo, drogas, alcohol y cultura. Una serie de calidad indiscutible, una serie que ha hablado de cosas que jamás nadie se había atrevido, una serie valiente y posiblemente denostada por ser demasiado canalla para el público en general.


Hank Moody se enfrenta a un futuro incierto en general pero con una cosa clara: la séptima será la última temporada, entonces, llegará el punto y final... ¿Karen? ¿Faith? O simplemente Hank y una botella. Sea como fuere aquí estaremos esperando para conocer el desenlace.