Un día alguien utilizó el término "procrastinar"y sinceramente me quedé con cara de poker. Esa misma noche, al llegar a casa, busqué su significado. Con Searching for Sugar Man me ha pasado eso, siempre he esperado el mejor momento para sentarme frente a este galardonado documental, que si un momento más tranquilo, que si mejor un domingo que no hay nada que hacer, que si mañana a la tarde, que si... pues señores y señoras, por fin ha llegado el momento de ver y reseñar Searching for Sugar Man.

Searching for Sugar Man se convirtió en el documental sensación en 2012 logrando premios tan importantes como el del Festival de Sundance, el BAFTA y alzando el Oscar a Mejor Documental del año, convirtiendo además a Sixto Rodríguez en un fenómeno a nivel global. Un artista que actualmente cuelga el "sold out" en todas y cada una de sus actuaciones allá por donde va. Pero ¿qué encontramos dentro de Searching for Sugar Man?

Searching for Sugar Man narra dos vidas paralelas: la de Sixto Rodríguez, quien los años 70 publicaba dos álbumes con los que no lograría conseguir la fama esperada y que desde entonces trabaja como jornalero en Detroit y la de Rodríguez quien al otro lado del mundo, en Sudáfrica, se considera un artista de referencia al poner banda sonora a la lucha contra el Apartheid y es que como bien expone el propio documental: toda revolución necesita un himno y en Sudáfrica las canciones de Sixto Rodríguez fueron ese himno.

Un documental que en cierta medida busca (y logra) la redención de un persona aislada, de un artista olvidado que logra la gloria tardíamente y lejos de los ojos que lo miran por la calle mientras, entre la nieve, se dirige a su puesto de trabajo.

Searching for Sugar Man triunfa porque cuenta una buena historia, una historia que además es cierta (aunque últimamente se ha ensuciado debido a los detalles que se omiten sobre el éxito en Australia de Rodríguez), una historia que engancha y apasiona, quizás por el magnetismo de la figura de Rodríguez, quizás lo la lejanía de Sixto Rodríguez de la misma. Searching for Sugar Man se disfruta porque todos conocemos el final, un final feliz y porque en el fondo todos queremos que en algún momento algo o alguien entre por la puerta y nos convierta en super estrellas durante unas semana o días alejándonos de nuestra mundanal vida a la que, cuando queramos, podamos volver; volver a ser anónimos, volver a tomar el café en las cafeterías de siempre mientras leemos el periódico.

Indudablemente Searching for Sugar Man es un típico producto estadounidense donde se triunfa partiendo de una sacrificio y humildad. Pero aun así Searching for Sugar Man engancha y apasiona casi tanto como esa figura extraña que proyecta Sixto Rodríguez. Por su magia, por su música, por su magnetismo: