Whiplash

Sundance cada día es menos indie o las salas de cine de las grandes cadenas han abierto sus puertas a nuevos productos.  Whiplash nació ...


Sundance cada día es menos indie o las salas de cine de las grandes cadenas han abierto sus puertas a nuevos productos. Whiplash nació como un corto participante en Sudance y que ahora, convertido en largometraje, opta a cinco premios Oscar.

En Whiplash nos encontramos a Andrew, quien estudia en el conservatorio más importante del país y sueña con ser un baterista de éxito para ello está dispuesto a todo lo necesario. En su búsqueda de la perfección encontrará al profesor Terrence Feltcher, un hombre que solo conoce una manera de hacer las cosas: su manera perfecta. Dos caracteres obsesivos que se encuentran y se unen para dar lugar a una de las mejores películas que he tenido la suerte de ver en los últimos tiempos.

Las actuaciones son increíbles y llenan la pantalla: juntos, separados, discutiendo, ensayando... sin duda son magnificas hasta el punto de convertir una gran actuación como la de Miles Teller (Andrew) en una interpretación normal, ello se debe a J.K. Simmons quien se come la pantalla al convertirse en un tirano capaz de cabrear hasta al espectador pero un tirano capaz de conseguir que todos aquellos que le rodean alcancen la gloria (o mueran en el camino a la cima). La química entre la pareja es realmente digna de elogios y es que probablemente, esta cinta, no hubiese sido igual sin ninguno de los dos actores.

Pero por si esto fuese poco (que no lo es) Whiplash es también fascinante visualmente, los claroscuros donde tan solos dos personas y una batería son capaces de llenar una pantalla convierte a Whiplash en una obra de teatro magistralmente grabada y efectista. Efectista porque no necesita más que eso para ser magnética, bueno... sí... música, música en estado puro, música en vena y la búsqueda de tempo perfecto. Muchos han dicho que Whiplash refleja a la perfección el maltrato psicológico pero yo pregunto ¿dónde está? Solo veo a un joven que quiere ser el mejor, que quiere ser  parte de la Historia, un joven con un objetivo y dispuesto a sacrificarlo todo por él. Solo veo a alguien que es un guía, un tótem, ¿un tirano? Puede. Pero sobre todo alguien capaz de canalizar todas esas ganas de grandeza hasta convertirlas en realidad ¿Es duro el camino? Nadie dijo que ser el mejor fuese sencillo.

Whiplash es intensidad, es perfección y es obsesión. Es una historia trepidante, una cinta magnética y fascinante.

Así que aplaudid hasta que os sangren las manos.

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