ALA.NI, el nombre propio del Sinsal

" Tres días, un barco, agua " así reza el eslogan del  Sinsal . Tres días cargados de conciertos que el domingo llegaban a su fin...

"Tres días, un barco, agua" así reza el eslogan del Sinsal. Tres días cargados de conciertos que el domingo llegaban a su fin en una jornada destinada, especialmente, a los más pequeños de la casa con actividades dirigidas para ellos como el teatro de títeres, la escuela de kayak o el taller de DJs de la mano de los mellizos Electric Feels. Tres días de música en los que nos quedaban maravillosas sorpresas que vivir y pequeñas-grandes joyas que descubrir.
Reconozco la ilusión que me hizo abrir el periódico del festival y encontrar que el primer nombre de esta jornada era el de Joan Miquel Oliver. Un artista que no se prodiga demasiado por estas latitudes, por eso, cuando abres el diario y ves su nombre, no puedes hacer otra cosa que sonreír y quedarte con cara de tonto. Porque sí, la música de Oliver es sencilla a la par que cautivadora, muchos la tachan de ser "demasiado simple" pero si eso fuese verdad (cosa que personalmente pongo en duda), ¿por qué nadie consigue crear atmósferas tan fascinantes y singulares como hace el mallorquín?
Al Sinsal, Joan Miquel Oliver llegó acompañado por Jaume Manresa (teclados) y Xarli Oliver (batería) y bajo el cielo azul gallego repasó los temas de su último trabajo "Pegasus" así como temas pertenecientes a sus anteriores álbumes en solitario entre los que destacaron 'Surfistes en càmera lenta' o 'Flors de Cactus'. Sin duda una maravillosa manera de abrir la jornada dominical.
Para quienes no conozcáis la dinámica del Sinsal os diremos que hasta ahora la jornada del domingo estaba compuesta por una serie de artistas secretos y dos artistas que repetían de jornadas anteriores. En esta edición de 2016 los dos artistas escogidos por la organización pertenecían al cartel del sábado y respondían al nombre de Ryley Walker y Juana Molina. Ambos se subieron de nuevo al escenario situado en la Isla de San Antón, así que una vez más asistimos a la fragilidad de las melodías de Walker y la experimentación de los sonidos de la argentina, dos conciertos que tuvieron una parada dedicada a los más peques con un "Titiricircus". Un espectáculo de la compañía Tanxarina en la que circo y títeres se dan la mano para lograr que los pequeños de la casa (y los no tan pequeños) pasen un rato ameno.
Metidos de nuevo en harina nos dirigimos al Escenario SON Estrella Galicia para disfrutar del concierto de Bixiga 70 quienes llegaban desde Sao Paolo para hacernos bailar al ritmo de cumbia, samba y afrobeat. Sí, Bixiga 70 es una big band capaz de coquetear con los sonidos llegados del jazz y el dub hasta la samba o la cumbia; si preguntáis a qué suena, la respuesta es clara: Fela Kuti como una referencia tanto por sonido como por actitud.
Tras bailar a ritmo de sonidos caribeños subimos al Paseo dos Buxos para asistir al último concierto que se celebraría en el nuevo escenario, el del francés Domenique Dumont.  De Dumont poco conocemos más allá de su fichaje por el sello francés Antinote. Con él ha editado "Comme Ça", un trabajo que nos evoca sonidos tropicales, bossa nova y chill que nos hacían bailar mientras poco a poco el sol caía. Una sesión que se antojó demasiado corta para la mayoría de los que decidieron bailar bajo el influjo del francés.
Pero el plato fuerte, ya no solo del día, sino de esta edición del Sinsal aun aguardaba escondido en la pequeña Isla de San Antón. Para la mayoría el nombre de ALA.NI no decía nada antes de comenzar el festival ahora es un nombre que jamás olvidaremos.
En el escenario de San Antón encontramos un arpa, una guitarra y un taburete, las horas (y los días) de conciertos comenzaban a hacer mella en nosotros así que nuestras caras fueron un poema cuando pensamos lo qué se nos podría venir encima. ALA.NI es compositora, es cantante, es jazz, es indie y es una diosa (sí, he escrito "una diosa") de la música capaz de erizar el vello de quien se coloca ante ella.
ALA.NI aparece con sencillez en el escenario, sonríe y decide acercar su taburete al público, sonríe de nuevo y ¡¡¡se hace la magia!!! Su voz nos traslada a los años 40, sí, suena antigua pero es capaz de emocionarnos en pleno siglo XXI. Suena a Nina Simone, a Billie Holiday o Ella Fitzgeral pero sigue siendo ella misma. Una artista capaz de hacer enmudecer a una isla entera que la mira embelesada mientras desgrana joyas como 'Darkness At The Noon', 'Cherry Blossom' u 'Old Fashioned Kiss' incluidas en su álbum debut "You & I" en el que se recopilan sus cuatro EPs, uno por estación, publicados el pasado año.
Aun fascinamos por el talento de ALA.NI atravesamos por última vez el puente que une nuestras dos islas favoritas para asistir al concierto de Islam Chipsy & EEK quienes zanjaban su deuda con el Sinsal ya que el pasado año no pudieron acudir porque sus pasaportes fueron retenidos cuando se disponían a abandonar Egipto. Islam Chipsy & EEK encabeza lo que se ha denominado "nueva ola" de música egipcia.
Comandados por Islam Saeed, Islam Chipsy & EEK han evolucionado la música tradicional egipcia hasta convertirla en un juego experimental de ritmo magnético y contagioso en el que las baterías y los sintetizadores no nos dieron tregua ni un solo segundo. Un concierto que contra todo pronóstico (ya que llegábamos del impresionante concierto de ALA.NI) fue un gran broche final para esta edición del Sinsal. Un festival que sin duda crece año a año sin perder un ápice de calidad.
"Tres días, un barco, agua". Así reza el eslogan del Sinsal, pero se les ha olvidado comentar los innumerables recuerdos que nos llevamos.

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