La Fábrica de Chocolate se pone "En Marcha" con Rubén Pozo (y amigos)

El pasado viernes 3 de marzo recalaba en Vigo el fin de gira de " En Marcha ", segundo trabajo en solitario del barcelonés  Rubén...

El pasado viernes 3 de marzo recalaba en Vigo el fin de gira de "En Marcha", segundo trabajo en solitario del barcelonés Rubén Pozo, el cual no ha calado entre la crítica especializada pero sí, sin duda, entre sus seguidores. Buena muestra de ello era la maravillosa entrada que presentaba La Fábrica de Chocolate.
Pero remontémonos un par de años atrás, aunque a Rubén Pozo no le haga demasiada gracia. Tras la separación de Pereza, Rubén y Leiva siguieron sus carreras de forma más o menos en solitario. ¿Por qué "más o menos"? Porque en este divorcio Leiva se llevó a la banda que acompañaba al dúo sobre el escenario. Este pequeño-gran detalle dejó a Rubén más expuesto frente al espectador. Pero poco a poco Rubén Pozo ha ido aglutinando grandes músicos a su alrededor hasta presentar para este fin de gira una alineación de lo más interesante: a la guitarra el señor Victor L. Pescador, el bajo es de Ángel y las baquetas son para Simón Cordero. Ahora Rubén ya no está solo frente al público un tres grandes músicos cubren sus espaldas, lo cual hace que todo fluya de una manera más segura e interesante.
Minutos antes de las 23.00 horas la banda tomaba el escenario de La Fábrica ante un público deseoso de corear los temas y la noche se abría con 'Por eso se Hace', un tema mucho más eléctrico en su versión vivo y aunque la actitud, tanto del público como de la banda, era buena algo extraño sucedía: ¿por qué sonaba así? Este problema de sonido continuaría demasiado presente durante los siguientes dos temas, y digo "demasiado presente" porque aunque se minimizó durante todo el concierto se escucharon acoples, los cuales terminaron animando a Rubén Pozo a derribar su micrófono de una patada y patearlo en el suelo.
Pero reducir dos horas de concierto a problemas puntuales de sonido y patadas a un micro sería absurdo. El primer momento de la noche llegaba de la Telecaster de Victor L. Pescador quien ponía fin de manera apoteósica a 'Esta es Mi Canción' demostrando así ser uno de los guitarristas más en forma del panorama indie nacional.
Guiños constantes al público gallego y a su acento. Llegábamos a mitad del concierto cuando Rubén cambiaba su guitarra por una mandolina, sonaba 'Chatarreo' y las primeras filas bailan como si en ello les fuese la vida. Recuperamos la calma con 'Ozono' y navegamos las aguas más tranquilas del concierto hasta llegar a 'Starman 2.0', adaptación de Rubén Pozo del icónico 'Starman' de David Bowie.
Creíamos que sería el final del concierto pero en ese momento Rubén pidió la presencia en el escenario de Nicolás Pastoriza, con el que cantaría a dúo 'Anochece en el Berbés' esa maravillosa versión del 'Waterloo Sunset' de los Kinks que se ha convertido en un clásico dentro del repertorio de Pastoriza.
'La Chica de la Curva' nos condujo de nuevo a la discografía de Rubén para minutos después pedir una estatua, las llaves de la ciudad y casi casi la alcaldía para Iván Ferreiro, que se presentaba en el escenario para compartir con Rubén 'S.P.N.B.' desatando la locura en la sala y abarrotando las primeras de treintañeras en completa enajenación. Posteriormente llegó 'Margot' produciéndose uno de los momentos más "singulares" del concierto ya que el propio Ferreiro reconocía que a Rubén no le gustaba visitar su pasado, un Rubén que tan solo colaboró en el tema tocando la guitarra... Qué sí, que ver a Iván Ferreiro es siempre un lujo pero, vamos a ver, ya había compartido un tema con Rubén ¿es necesario marcarse otro, en solitario, del ex grupo del artista principal? Pues la verdad es que no lo veo demasiado lógico.
Y mientras Ferreiro, arrodillado en el suelo, golpeaba los pedales convirtiendo La Fábrica de Chocolate en el centro de distorsión universal, la banda abandonaba el escenario.
Gritos y vítores de "Ru Campeón" acompañaron el regreso de la banda al escenario. Dos canciones nos separaban del final. Con la primera revisábamos el pasado de Rubén Pozo, la escogida era 'Pelos de Punta', y el broche llegaba con 'Nombre de Canción'. Guinda de un concierto que, sin duda, ha hecho las delicias de los seguidores del músico y de los mitómanos de Iván Ferreiro.

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