Me senté ante La Cena de los Idiotas con muchas expectativas, se trataba de cine francés y el boca-a-boca hablaba de una de las mejores comedias europeas de la historia (recordemos que la cinta tiene ya 10 años). La verdad prometía.

La cinta se presenta más o menos bien y tú, como espectador, esperas que comience esa acción tan “excepcional” y “genial” (como dicen los grandes críticos) pero en un momento, la cinta se estanca en un salón. Con dos personas antagónicas: un pijo gilipollas y un gilipollas (llamado idiota en este caso) a secas. No sé si al resto, pero a mí cualquiera de los dos conseguiría sacarme de mis casillas. Evidentemente los dos actores son realmente buenos, ambos provocan ganas de ser estrangulados infligiéndoles una cantidad de dolor inhumana.

Existe un momento en la cinta, casi al final, cuando quedan pocos minutos para el término de la misma que si merece todo el respeto del mundo pero que acto seguido se estropea por… ¡una idiotez! Realmente no entiendo como la pueden tachar de humor inteligente cuando realmente lo único que hay son gags al más puro estilo Pepe Gotera y Otilio conectados entre si.

O el cine hace 10 años era tan sumamente triste que esta fue una “excepcional” comedia y el paso del tiempo ha conseguido que se desfasase por completo. O yo he visto una cinta diferente a la que ha visto el resto.