Quique González, Sala Mondo (Vigo) (II)

viene de aquí Quince minutos más tarde (a eso de las 22.30 horas) Quique González acompañado por La Aristocracia del Barrio subía al pequeñ...

viene de aquí Quince minutos más tarde (a eso de las 22.30 horas) Quique González acompañado por La Aristocracia del Barrio subía al pequeño escenario. Comenzó con un tímido “Boas Noites” al que siguió la locura desatada por Vidas Cruzadas. Pensé: “joer, pedazo comienzo, este tío hoy quema Vigo”, tras Vidas Cruzadas, sonó Kamikazes Enamorados y Pájaros Mojados (enorme canción y mucho más en directo) pero tras Pájaros Mojados pasó algo realmente raro: sonó Piedras y Flores y todo aquel ímpetu del comienzo se apagó. La versión de Nos Invaden los Rusos tampoco ayudó demasiado. Desde el primer momento Quique tuvo al público a sus pies, las miradas cómplices (uf, que adjetivo tan extraño) fueron parte del concierto pero solo fue mediante ellas la única información o introducción que el público tuvo a las canciones, en otras palabras, no hubiese estado mal que el madrileño le diese algo más de coba a los allí presentes. 55 minutos después de haber subido al escenario Quique se bajaba del mismo y aquel “este tío hoy quema Vigo” se quedó en un “ha estado bien… a ver si se toca un par de canciones en el bis y lo arregla”.

Un par de minutos después Quique subió de nuevo al escenario, esta vez solo y sonó Calles de Madrid. Sinceramente, no pensaba escucharla y fue una extraña sensación escuchar a Quique haciendo dos voces mientras la original sonaba en mi cabeza. Tras pasear por las calles de Madrid sonó El Campeón y poco a poco la banda comenzó a subir al escenario para acompañarlo. Con la banda al completo en el escenario y Quique de nuevo con su guitarra comenzaron los primero acordes de Y Los Conserjes de Noche… por fin, ese momento que esperaba sucedió, se hizo la magia. Quique y los allí presentes cantaban y bailan como poseídos por una fuerza superior tras los conserjes llegaron muchas más canciones: Cuando Eramos Reyes, Salitre, Personal… hasta llegar a la Ciudad del Viento, donde terminaron los 50 minutos de bis (sí, duraron tanto como el concierto), en ese momento mi pensamiento volvió a cambiar “vale, el concierto templadito pero pedazo de bis, se ha ganado el sueldo”.

Dos o tres peros. No puedo definir el bis como genial por dos motivos: Tarde de Perros y Crece la Hierba, simplemente si hubiesen sonado esas dos canciones, el concierto se hubiese convertido en excepcional. Y el segundo, las estúpidas acosadoras-berronas-etílicas que se encontraba a nuestro lado: a Quique no le pidieron Globofobia, le pedían “palomita” y toda la sala las miraba cuan deficientes, desde este blog solo le puedo decir dos cosas: primera, la canción se llama Alhajita (zotes, antes de gritar pensad) y la segunda ¿alguien me puede explicar porque se pagan 22 euros para no callarse ni un momento? Chicas, un café en una cafetería os sale más barato e incordiáis mucho menos al resto del mundo que nos hemos gastado una pasta en las entradas.

Sin duda y pese a las acosadoras-berronas-etílicas fue buen concierto con un excepcional bis. Si antes Y Los Conserjes de Noche estaba en mi top 3 de canciones del Sr. González desde el jueves no hay duda: lo encabeza.

Una mención a parte quiero hacer a La Aristocracia del Barrio. La Aristocracia del Barrio no es solo una banda de acompañamiento aunque así se presenten. Son unos músicos geniales entre los que nos cabe duda que brilla con luz propia su guitarrista Jesús Pedreira, aunque tampoco sería justo hacer mención simplemente a Pedreira ya que La Aristocracia del Barrio también son Karlos Arancegui a la batería y Jacob Reguilón al bajo. Sin duda, como ya he dicho, mucho más que un simple acompañamiento.


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