En ese momento (con 27 años) comenzó su “declive” en pista, entrecomillo lo de “declive” porque Haile consiguió ser tercer en Edmonton 01 y segundo en Paris 03, un declive que ya le gustaría tener a la mayoría de sus rivales… 2003 trajo además una lesión para Haile, concretamente en su talón de Aquiles, lesión producida por su manera de correr.

Tras operarse del tendón, en este momento cuando la mayoría de los corredores colgarían las zapatillas y buscarían otra cosa que hacer Haile se decantó por la carretera. Se preparó para el campeonato del mundo de media maratón y lo ganó. En 2005 logró un nuevo record del mundo, el de media maratón, donde además también batió el record de paso por los 20 kilómetros.

Pero la ambición de Haile no se quedó ahí, se convirtió en plusmarquista de la hora (con 21 kilómetros y 285 metros) y el pasado 28 de septiembre, en Berlín, batía su propio record mundial de maratón.

Para Haile Gebrselassie no existen límites o por lo menos, no son imposibles. Hay conseguido ganar pruebas desde los 1.500 hasta los 10.000 metros, más tarde, ya en la carretera, lo ha ganado todo.

Pero Haile no es solamente un deportista, es mucho más que eso. Gebrselassie es un hombre de perenne sonrisa que invierte buena parte de sus ganancias en su pueblo. Está orgulloso de ser etíope y sigue viviendo allí donde promueve la creación de empleo (sus empresas dan empleo directo a 500 personas) y trabaja en la lucha contra el SIDA.