Las cosas claras... Final ACB (II)

Entiendo que el TAU resulte un equipo antipático para muchas personas: la ausencia de jugadores nacionales y la poca bola que reciben los qu...

Entiendo que el TAU resulte un equipo antipático para muchas personas: la ausencia de jugadores nacionales y la poca bola que reciben los que hay; las actitudes de ciertos jugadores (Rakocevic, Prigioni…) convierten al TAU en un club antipático. Pero aquí y ahora intentaremos hablar de baloncesto.

Individualmente la mayoría de los jugadores del TAU se encuentran entre los 3 mejores jugadores de la liga en su posición pero más tarde como equipo no funcionan. El ejemplo claro es Igor Rakocevic: el serbio es un anotador puro (ha sumado 71 puntos entre los cuatro partidos) pero cuando lo ves jugar detenidamente es evidente que se prima (a él mismo y a sus números) sobre el equipo; se dedica a maquillar su juego con unos grandes números pero ¿qué aporta colectivamente? Por mi parte sería muy cuestionable su continuidad dentro del club.

El mismo caso es el del Pete Mickael, otro anotador fuera de serie (cuando está en racha) y otrora estrella del cielo lucense. Su necesidad de balón le hace sentir incomodo compartiendo pista con Rokocevic (primera opción anotadora del equipo) y Prigioni. Parece ser que el Barcelona le ha estado tanteando, si decide colocarse la camiseta catalana la próxima temporada seguirá teniendo el mismo problema o incluso mayor, ya que su rotación será mucho más corta.

Y seguimos con el jugador más decepcionante del TAU: Will McDonald. Lo decía ayer: cuando un balón llega a McDonald solo cabe rezar y esperarse cualquier cosa, desde una canasta espectacular tras una finta a que se la bote en el pie… Se ve totalmente fuera del equipo, ofensivamente juegan 4 jugadores y McDonald pulula por el parquet. Decepcionante a la par que exasperante.

Comentaban ayer los allí reunidos que en los partidos importantes Tiago Splitter no aparece… no estoy de acuerdo, ya que no es lo mismo que te defienda David Anderson o Fran Vázquez a que lo haga Hosley por ejemplo. Es evidente que no se puede echar todo el TAU a la espalda, que necesita ayuda, que no es Scola pero yo apostaría por su continuidad siendo un jugador franquicia y estructurando el equipo en torno a él y a un exterior de confianza (¿Dónde está Macijauskas?)

Un aplauso merece San Emeterio un jugador que puede llegar a grandes cotas (siempre que se confié en él, amigo Dusko). Ayer sacó la casta y la garra que le faltó a las grandes y acomodaras estrellas; y si San Emeterio merece un aplauso, Sergi Vidal merece una estatua en la puerta del Fernando Buesa Arena, Vidal se define con dos palabras: orgullo y trabajo. Trabajo hasta la extenuación (con errores y aciertos evidentemente) y orgullo por vestir una camiseta como la del TAU, un ejemplo para demasiados mercenarios que ocupan el banquillo vasco.

Sería fácil criticar a John Lucas, hablar de esos tiros que no tocan ni aro ni tablero pero he aprendido que es injusto hablar de quien juega 6 minutos e intenta dar lo máximo en la pista. Son las estrellas las que deben recibir los focos de las críticas también en los malos momentos.

El TAU tiene mucho que reflexionar este verano...

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