Y julio llega a su fin, recuerdo cuando era niño constantemente asociaba agosto a verano, a calor, a bicicleta… ahora, desde que creces (por lo menos eso dice el DNI) agosto es un mes más, en el que los viajes cuestan mucho más, un mes en el que se agradece el aire acondicionado, un mes en el cual lucir las gafas que le robé hace meses a mi padre… Y es que está claro que crecer es peligro y en cierta medida triste.

Jamás recuperaremos el tiempo pasado, jamás podremos cambiar las cosas que hemos hecho, que hemos dicho o que hemos sentido… pertenecen ya a nuestro pasado sobre el que caminamos para dirigirnos a un futuro todavía por llegar. ¿Qué nos traerá el futuro? Pues no lo sé, es impredecible y por más vueltas que le demos jamás lo conoceremos con exactitud.

Paro, releo el post y veo como estoy divagando cuando lo que realmente quería decir es que esta noche en el Torgal toca Maga; que estaré allí, que me gustaría escuchar Vacaciones en un Minuto y que no sonará… Espero pasar un rato agradable y gastar bien el tiempo, que como os he dicho antes: no lo devuelven.

¿Conocéis alguna manera mejor de entrar en el mes de agosto?