No Mires Para Abajo

No Mires Para Abajo nos cuenta un encuentro fortuito entre un sonámbulo y una aprendiz de bruja. Quizás esta no sea la mejor sinopsis pero ...

No Mires Para Abajo nos cuenta un encuentro fortuito entre un sonámbulo y una aprendiz de bruja. Quizás esta no sea la mejor sinopsis pero en absoluto se aleja de la realidad ya que Eloy, sonámbulo desde la muerte de su padre un noche, en un paseo por los tejados de su manzana, caerá en la cama de Elvira, aprendiz de bruja. Al caer en el lecho de Elvira, Eloy despierta, un despertar no solo físico sino también un despertar sexual de un joven de diecinueve años.

En este momento, la mayoría de vosotros pensareis que la película se resume en fornicar, amar y de nuevo fornicar. Más o menos es así pero con una peculiaridad, esta vez se trata de sexo tántrico, de buscar el placer del espíritu más que el placer corporal. Sí, una aventura iniciativa para un joven que comienza a transitar por caminos desconocidos.

Sí, más del 90% del metraje encontraremos a dos actores completamente desnudos y no nos equivoquemos, el morbo termina a los pocos minutos del metraje. Después la cinta entra en un encefalograma plano del que no consigue salir a lo largo del metraje: ni los juegos oníricos, ni la búsqueda de un placer mayor… consiguen que nos enganchemos a la cinta.

No Mires Para Abajo es más que sexo pero poco más aunque en su transcurrir pase por miles de extraños caminos.

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