El domingo, mientras Los Planetas tocaban en Lugo, en Ourense lo hacían Simone White y Victoria Williams. La verdad es que había escuchado muy poco de ellas antes del concierto, sabía eso sí los problemas de salud de la última y sus colaboraciones con grandes nombres de la escena “folk” americana.

Como es costumbre, el concierto comenzó con retraso, es más, cuando llegábamos al final de nuestra primera cerveza Simone bajaba aun por las escaleras del Torgal… discreta, sonriente pero sobre todo me pareció frágil… minutos más tarde subía al saloncito y creaba un nuevo mundo.

En silencio, como congelados por un rayo de algún villano, escuchábamos a Simone los allí presentes… tal era el silencio que llegamos a escuchar los coches en la calle o como Simone despegaba los dedos de la madera de su guitarra… No sé si me entendéis, con su guitarra, con su voz y con sus susurros creó en clima de esos inexplicables, por lo menos para mí.

Al lado de Simone, sobre una silla, un folio y una pequeña Moleskine… mediado en concierto descubrimos que utilidad tenía ese maravilloso cuaderno… “la siguiente canción trata de…” comenzó a decir la delicada voz de Simone. Y es que con detalles así es fácil llevarse al público de calle; pero esto no terminó ahí, Simone White terminó su concierto cantando una de sus canciones (evidentemente escrita y compuesta en inglés) en castellanos: Roses are Not Red… lo que sentí, lo que pensé, lo que… me lo reservo pero os puedo asegurar que jamás lo olvidare.