La verdad es que a Vacaciones de Ferragosto le sucede lo mismo que a sus protagonistas, es monótona y no avanza hacia ningún lugar durante su escasa hora y cuarto de duración. No surge ningún conflicto, no se nos presenta ningún problema, no suscita interés…

Vacaciones de Ferragosto ha gustado mucho en Italia, quizás a esos momentos entrañables, a las conversaciones de abuelas (ojo, no lo digo de ninguna manera despectiva), a tiernas miradas… por que aunque es monótona, Vacaciones de Ferragosto es una película que se deja ver de manera amigable; es como asistir a una pequeña parte de la vida de tres personas que llegan al ocaso de sus días.

Sin duda se trata de una cinta amable, bondadosa… incluso simple; un relato de la soledad en la tercera edad, un relato de “perdedores” que se resignan a eso mismo: a perder sin objetar… no es una cinta que se vea con palomitas, extasiado por la historia o los efectos, es una cinta que se ve con una sonrisa en la boca pensando en como seremos nosotros a su edad, una película de abuelos para ver, quizás, uno de esos días de lluvia bajo la manta y con un café caliente en la mano.