De paseo por...
A la conquista de Flandes (Capítulo 4: Amberes, nos vamos de concierto)
17:15:00
Capítulo 4: Amberes, nos vamos de concierto
Desayunamos en Brujas y conocimos a una pequeña elfa rubia por la que todos dejaríamos nuestros reinos para emigrar al suyo (este es un buen momento para decir que todos lo dijimos aunque uno de nosotros jamás lo haría porque actualmente se encuentra enamorado de una joven con la que compartirá la eternidad). Nuestra elfa y su compañera nos dieron de desayunar, un cappuccino, un bollo y diversos tipos de cremas… Profesor K Molkov ¿ya ha decidido si se queda con la Blondie o con la Brunette?
Tras el desayuna de nuevo el equipo decidió separarse, Assin Flower y el Profesor K Molkov se acercarían al molino, donde la noche anterior se había extraviado el móvil; mientras que Jêan Delwaffre y yo decidimos acercarnos a las tiendas del centro para hacer algunas compras. A la vuelto Assin y Molkov no regresaban solos, les acompañaba el teléfono del primero, el cual había sobrevivido a una noche de tormenta y soledad, para de nuevo estar con nosotros.
Los que estáis siguiendo el viaje os daréis cuenta que las horas de sueño son pocas, por lo tanto, una buena manera de recuperar el sueño perdido es dormir en los medios de transporte bien sea avión, autobús o tren. Así los viajes se hacen menos pesado y llegas “descansado” a tu destino. Algo de esto hicimos de camino a Amberes, 30 minutitos de sueño que me supieron a gloria.
Sin duda uno de los lugares imprescindibles para visitar en Amberes es la Estación Central de Ferrocarril, es majestuosa, tanto el edificio principal (de corte barroquista) como la cúpula de acero y cristal que cubre los andenes donde nos apeamos. Actualmente la estación cuenta con tres niveles inferiores donde encontraremos el metro o los trenes de alta velocidad.
A un lado de la estación encontramos el barrio de los diamantes, un barrio totalmente judío donde encontramos la mayor bolsa de diamantes del mundo y un sinfín de joyerías. Del otro lado de la estación encontraremos el zoológico, visita que preferimos dejar para otra vez que pasemos por Amberes ya que ahora seguíamos nuestro estilo: nos instalaríamos y saldríamos a conocer las calles de la ciudad.
Comer en estos países es siempre una experiencia, esta vez comimos tarde, tarde incluso para España, por lo tanto los lugareños que se encontraban en aquel establecimiento nos miraban con caras de “¿estos tíos que narices están haciendo? ¿comen o cenan?” mientras nosotros devorábamos, llevado por el hambre, todo lo que caía en nuestros platos. Conocimos entonces a nuestro amigo Joao, un emigrante portugués que vivía desde hace 7 años en Amberes cuando abandonó su Oporto natal. De nuevo el gallego-portugués era nuestro vínculo, es decir, ese juez que ha dicho que el gallego no tiene ninguna utilidad práctica puede irse a tomar por… después de desearnos saude e força decidimos comenzar nuestro camino hacia el Sportspalais donde se celebraba la excusa de nuestro viaje… perdón, quiero decir el concierto por el cual no habíamos desplazado hasta tan frías tierras.
La verdad es que hacemos amigos con facilidad, esta vez fue en la estación del metro, donde un reventa se acercó a ofrecernos entradas para el concierto y con el que terminamos hablando de futbol, ya que el hombre había visto la noche anterior el Depor-Barça… un saludo y a hacer cola para entrar al Sportspalais. Ahora tocaba disfrutar, ahora, desde las primeras filas viviríamos el concierto.
Desayunamos en Brujas y conocimos a una pequeña elfa rubia por la que todos dejaríamos nuestros reinos para emigrar al suyo (este es un buen momento para decir que todos lo dijimos aunque uno de nosotros jamás lo haría porque actualmente se encuentra enamorado de una joven con la que compartirá la eternidad). Nuestra elfa y su compañera nos dieron de desayunar, un cappuccino, un bollo y diversos tipos de cremas… Profesor K Molkov ¿ya ha decidido si se queda con la Blondie o con la Brunette?
Tras el desayuna de nuevo el equipo decidió separarse, Assin Flower y el Profesor K Molkov se acercarían al molino, donde la noche anterior se había extraviado el móvil; mientras que Jêan Delwaffre y yo decidimos acercarnos a las tiendas del centro para hacer algunas compras. A la vuelto Assin y Molkov no regresaban solos, les acompañaba el teléfono del primero, el cual había sobrevivido a una noche de tormenta y soledad, para de nuevo estar con nosotros.
Los que estáis siguiendo el viaje os daréis cuenta que las horas de sueño son pocas, por lo tanto, una buena manera de recuperar el sueño perdido es dormir en los medios de transporte bien sea avión, autobús o tren. Así los viajes se hacen menos pesado y llegas “descansado” a tu destino. Algo de esto hicimos de camino a Amberes, 30 minutitos de sueño que me supieron a gloria.
Sin duda uno de los lugares imprescindibles para visitar en Amberes es la Estación Central de Ferrocarril, es majestuosa, tanto el edificio principal (de corte barroquista) como la cúpula de acero y cristal que cubre los andenes donde nos apeamos. Actualmente la estación cuenta con tres niveles inferiores donde encontraremos el metro o los trenes de alta velocidad.
A un lado de la estación encontramos el barrio de los diamantes, un barrio totalmente judío donde encontramos la mayor bolsa de diamantes del mundo y un sinfín de joyerías. Del otro lado de la estación encontraremos el zoológico, visita que preferimos dejar para otra vez que pasemos por Amberes ya que ahora seguíamos nuestro estilo: nos instalaríamos y saldríamos a conocer las calles de la ciudad.
Comer en estos países es siempre una experiencia, esta vez comimos tarde, tarde incluso para España, por lo tanto los lugareños que se encontraban en aquel establecimiento nos miraban con caras de “¿estos tíos que narices están haciendo? ¿comen o cenan?” mientras nosotros devorábamos, llevado por el hambre, todo lo que caía en nuestros platos. Conocimos entonces a nuestro amigo Joao, un emigrante portugués que vivía desde hace 7 años en Amberes cuando abandonó su Oporto natal. De nuevo el gallego-portugués era nuestro vínculo, es decir, ese juez que ha dicho que el gallego no tiene ninguna utilidad práctica puede irse a tomar por… después de desearnos saude e força decidimos comenzar nuestro camino hacia el Sportspalais donde se celebraba la excusa de nuestro viaje… perdón, quiero decir el concierto por el cual no habíamos desplazado hasta tan frías tierras.
La verdad es que hacemos amigos con facilidad, esta vez fue en la estación del metro, donde un reventa se acercó a ofrecernos entradas para el concierto y con el que terminamos hablando de futbol, ya que el hombre había visto la noche anterior el Depor-Barça… un saludo y a hacer cola para entrar al Sportspalais. Ahora tocaba disfrutar, ahora, desde las primeras filas viviríamos el concierto.
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