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Nueva sede del COAG de Vigo
17:15:00A Tim le gusta que hable de edificios, de lugares, de países… le aburre que hable de películas y de baloncesto y la verdad es que es interesante tocar todos los palos.
Hace unos días o quizás ya semanas caminaba por las calles de Vigo con un par de personas, una de ella comentaba que el edificio de la ciudad que más le gustaba era el del Teatro Caixanova… en ese momento me pregunté “¿Cuál es el que más me gusta a mí?” y la verdad es que me he dado cuenta que se trata de una pregunta sin respuesta; cada edificio tiene algo interesante (evidentemente no hablamos de bloques de viviendas, hablamos de algo más), si la situación, si las formas, si lo recto, si lo curvo… de todos podemos hablar, debatir y discutir.
En los últimos tiempos ha habido un edificio en la ciudad que me ha llamado la atención, se trata de la nueva sede del Colegio de Arquitectos ubicada en Doctor Cadaval creo. Un edificio que ha levantado polémica, dicen que rompe el entorno, que es una aberración, que está fuera de contexto… pues que queréis que os diga: a mí me gusta.
Siempre he pensado que los arquitectos son personas que creen que hablan con dios (si existiese claro) llámese su dios Bofill, Foster o Calatrava, me da igual, y en ese afán de protagonismo se han marcado una sede a su nivel. Sí, rompe con lo que hay en las calles próximas (edificios rehabilitados de principios o mediados del siglo pasado) pero eso es un punto a su favor, reclama la atención del viandante, la visita del turista, los ojos del curioso.
El edificio se inauguró en diciembre y es obra de los vigueses Guadalupe Piñeira y Jesús Irisarri (des estudio Irissarri+Piñeira) y tiene alrededor de 1800 metros cuadrados. Un edificio proyectado en policarbonato, aluminio y vidrio que al parecer aprovecha de manera más que eficiente la luz solar. El edificio alberga como es lógico al propio Colegio (en la tercera planta) y cuenta además con una sala de exposiciones y una cafetería (ambas en el sótano) y oficinas en alquilar (en segunda planta).
Si os gusta a luz del día el edificio os recomiendo que lo visitéis de noche, el juego de luces, de sombras y de reflejos lo hace aun más interesante.
Quizás debemos abandonar la crítica fácil y avanzar hacia un futuro de nuevas formas y materiales (evidentemente en este camino cometeremos errores y aciertos, está claro) porque personalmente estoy cansado de los típicos edificios de ventanas en aluminio lacado blanco.
¿Le gustará el edificio a Tim? Y el resto ¿qué opináis?
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