Shortbus es una de las películas más polémicas de los últimos años, la cantidad de escenas de sexo explicito real han conseguido que esta cinta haya sido censurada en muchos países. Sí, se ve mucho sexo explicito pero tratado de una manera no agresiva, es decir, esto no es una cinta X es una cinta en la que el sexo y los sentimientos son los conductores de la trama.

Intentaría explicárosla pero no tengo palabras… imaginad la música de Animal Collective mientras llegais a un orgasmo todo ello filmado de 16:9 pues Shortbus puede ser eso; un orgasmo de colores, luces y sonidos donde se busca la felicidad, bien sea solo o en compañía de otras, a través del sexo. Pero no por ello se convierte en una cinta artificial de placer y disfrute, todo lo contrario, Shortbus muestra la soledad y la búsqueda de una felicidad que se antoja perdida e imposible de conseguir y es que esta película en ocasiones duele (y no por el sexo).

Dialogos con los que se conecta desde el primer momento, diálogos que se sienten, que se entienden, que hemos escuchado, si no dicho, un millón de veces. Verdades, mentiras, decepciones o fracasos, dolor, placer… encontramos de todo en este guión, un guión que te llega (como fue mi caso) o que probablemente aborrezcas pero un guión que jamás, pase lo que pase, podrá dejarte indiferente.

Mención aparte la banda sonora, como ya hemos mencionado Animal Collective, pero no se queda solo ahí: Yo La Tengo o Scott Matthew, también ponen su granito de arena. Jay Brannann también se marca un tema a la acústica. Una banda sonora que cuenta con mucho valor tan solo por sí misma sin necesidad de la cinta.

El ambiente bizarro, la música, los colores, la luz (o la ausencia de ella) convierte a Shortbus en una cinta muy por encima de lo normal, una cinta para ver con la mente abierta, sin ataduras, sin prejuicios, sin… una cinta de la que solo cabe disfrutar. Una pieza única.

Por cierto, el final, esta vez, es glorioso!