Visito el blog de Chechu (lo teneis en esa pequeña lista de mundo de la derecha) y leo algo que me llama la atención:

Y es que no nos damos cuenta que la formación de un chico (o chica, da igual el sexo) no es cuestión solo del entrenador, sino también de sus padres, del día a día… como entrenadores podemos explotar factores de los jugadores: su potencia física, sus cpacidad innata de botar, miles de cosas; podemos explicarle que el equipo está sobre todas las cosas, que los chicos que visten como ellos son sus compañeros y que todos estamos en el mismo barco; pero esto no solo es trabajo de los entrenadores, los padres, como educadores de sus hijos, deben sumar, deben asumir las derrotas y las victorias de sus hijos, deben asumir que ellos no juegan solos, que pertenecen a un equipo… quizás en muchos momentos, sentado en una grada, viendo partidos por el placer de ver baloncesto te encuentras con padres que creen tener futuras estrellas, padres que sueñan con que sus hijos tengan lo que ellos no han tenido, estrellas estrelladas, jugadores frustrados…

Este es un corto diriguido claramente a padres, un corto del que los entrenadores, los jugadores y todos aquellos a los que les guste el baloncesto o simplemente el deporte pueden aprender mucho.

¿Me siento Pepú Hernández (quien al igual que Iturriaga colabora en este corto)? Sería hipócrita decir que sí, quizás siempre me he acercado mucho más al perfil del entrenador rival ¿orgulloso? Pues es posible que tampoco y es que todos necesitamos seguir aprendiendo.