En ningún momento llegamos a sentir empatía con ninguno de los personajes que se nos exponen, quizás con Quevedo más por lo campechano que por lo importante o por lo dibujado del mismo.

Viggo Mortensen cumple, sin mucho más, aunque todos tenemos claro que un hombre castellano no puedo hablar con ese acento. Pero si alguien sobresale en el conjunto es Ariadna Gil, también Juan Echanove, demostrando de nuevo que es un gran actor aunque su carrera sea dispar. Lo que no acabo de tener nada claro es el papel de Blanca Portillo ¿no hay hombres que puedan hacer de Bocanegra? ¿es necesario que una mujer haga un papel de hombre? ¿no hay actores que pueden hacer dicho papel? Si le sumas a esto la mala descripción del resto compone una cinta que a la que le superan las expectativas generadas.

¿Qué nos cuenta Alatriste? Pues la verdad es que no está muy claro ¿es un soldado? ¿es un mercenario? ¿es capitán? ¿o qué es? Y es que tanto salto temporal nos desconcierta, más aun cuando Alatriste no envejece (siempre está igual y en cierta manera es como Santa Teresa: “muero porque no muero” pues eso Mortensen parece morir mil veces pero nunca lo hace.

Alatriste se convierte en una historia apática en la que solo esperamos el final o que levante el vuelo (cosa que nunca llega a hacer). Alatriste nos ofrece mucho pero no nos da nada.