Hace unos días os hablaba del Informe Robinson a Eto’o, os contaba que lo que realmente buscaba era el Informe de Guti pero que la personalidad de Eto’o me llamó y vi primero el del camerunés.
Me dispuse entonces a ver el primer Informe Robinson del año 2010, hablaría de Guti y de alpinismo, de no sé quien, supuse que algún colgado como Jesús Calleja, locos a los que admiro y de los cuales me gustaría tener la mitad del valor que ellos tienen para emprender sus aventuras. Primero, alpinismo, luego Guti… perfecto, no me salto el alpinismo, espero a que cargue entero y si me aburro lo salto.
La primera historia nos habla de Iñaki Ochoa de Olza montañero navarro que falleció en 2008 en el Annapurna… vale, puede ser interesante, comienzo a verlo. Al cabo de los primeros minutos mis pelos están de punta, su compañero, sus hermanos, sus rescatadores, su madre... todos hablan de cómo Iñaki murió en la montaña, de cómo intentaron rescatarle, de cómo un suizo sin más que dos piolets y sus crampones se lanzó a escalar una de las montañas más peligrosas del mundo simplemente para bajar con vida a quien consideraba su amigo, como Ueli Steck y Dennis Urubko escalaron 3800 metros en menos de 24 horas… y como he dicho antes no lo cuentan unos periodistas o unos actores, no, lo hacen quienes arriesgaron sus propias vidas para salvar la de Iñaki.
Cada uno cuenta la historia tal y como la vivió, desde Navarra o desde el propio Annapurna; con lo que parece total honestidad (no pienso ponerla en tela de juicio). Lo cuentan con una crudeza que consigue que las lágrimas inunden los ojos y es que escuchar a Pablo Ochoa de Olza (hermano de Iñaki) contar lo que vivió con esa entereza es increíble… sin palabras. Escuchar al médico del equipo de rescate en altura Pamplona decir algo como que a Iñaki en aquellos momentos lo mantenía vivo la solidaridad porque de forma ya hubiese fallecido es… no me llegan las palabras para definir este increíble reportaje. Tan solo felicitar a José Lazarra y a todo el equipo de Informe Robinson por hacerlo, ha sido impresionante.
Me quedo con las palabras del hermano menor de Iñaki: “perdí un hermano, sí, pero he ganado 14 ejemplos, 14 ejemplos que son como hermanos” y me quedo con las caras (las de Urubko, las de Colibasanu, las de sus hermanos) pero sobre todo con sus silencios y sus miradas…Después vino Guti, egos de jugadores malcriados, héroes o villanos a partes iguales pero simples mortales. Pequeñas historias al compararlas con la del rescate (frustrado) de Iñaki Ochoa de Olza.
Lo siento, no habrá post del Informe de Guti se lo comió un rescate.
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