Esta noche parece que el bolígrafo vuela sobre las hojas que pronto dejaran de ser blancas.

Consciente que entre palabras y hojas manchadas la noche se escapa miro por la ventana y veo como los primeros rayos de luz rompen la oscuridad que hace horas reinaba en las calle de esta titánica ciudad; y es que en los últimos días parece que las noches son mucho más cortas de lo normal, que encienden antes al sol, que entre risas y conversaciones el sol siempre nos coge despiertos… y cuando nos coge en casa estamos ensuciando hojas, hojas que no ponen nada, hojas que poblaran nuestros cajones y que algún día releeremos de nuevo y dibujaran una sonrisa en nuestras caras, hojas que jamás verán la luz (como esta no la debía ver).