Basket Xunqueria 78 vs. MBC A Palleira 83

Cuando los ojos del mundo se posaban en Madrid a la espera del gran clásico del futbol español nosotros jugábamos en un pequeño pueblo del i...

Cuando los ojos del mundo se posaban en Madrid a la espera del gran clásico del futbol español nosotros jugábamos en un pequeño pueblo del interior de Galicia; un partido más, sí, pero diferente ya que una victoria en él nos daría la llave de acceso a la Primera División Senior Zonal.

A la hora prevista comenzaba el encuentro y todos los allí presentes sabíamos lo que allí nos jugábamos: los locales querían mantener su feudo imbatido y su casillero de derrotas sin estrenar, nosotros tan solo queríamos cumplir el objetivo que nos marcábamos hace 8 meses cuando nació este proyecto jugar la próxima temporada en Primera; fruto de esta tensión por parte de ambos equipos los primeros ataques fueron imprecisos y tardamos más de lo esperado en inaugurar el marcador.

Ellos entraron antes en juego, conscientes del factor cancha consiguieron tomar la delantera en el marcador, jugaban seguros, demostrando porque no habían perdido un partido hasta la fecha. Nosotros nos mostrábamos imprecisos, cometiendo demasiados errores no forzados como dicen en tenis. Sin duda no comenzábamos bien, cosa, que al término de los primeros 10 minutos se reflejaba en el marcador: 17 a 10.

Comenzaba el segundo periodo siendo una réplica del primero: ellos llevaban el ritmo y anotaban con fluidez, nosotros no lográbamos posiciones de tiro cómodas y tomar la batuta en el juego. Xunqueira aprovechó nuestras imprecisiones para abrir más la diferencia en el marcador, primero 10, después 14, así hasta llegar a 17… estaba claro, el partido no sería un camino de rosas y el marcador al descanso no hacía otra cosa que recordárnoslo: 41 a 28.

Y qué difícil es volver al juego en ese momento. Comenzaba la segunda parte del encuentro y decidimos saltar a la pista poniendo toda la carne en el asador conscientes de que cada minuto que pasaba nuestras posibilidades en el partido (y con ello nuestras posibilidades de ascenso) se reducían. Seguimos confiando en nuestra defensa y el ataque poco a poco comenzó a funcionar, una canasta, un par de tiros libres, un rebote ofensivo… poco a poco la diferencia en el marcador se reducía y volvíamos a creer en lo que hace unos minutos parecía una quimera. Al término de estos 10 minutos la diferencia había pasado de los 13 puntos a tan solo 4, quedaban 10 minutos, quedaba esperanza…

10 minutos y restando, estábamos metidos en el partido, tranquilos, conscientes que cada jugada era importante aunque no definitiva. Nos mantuvimos fríos cada ataque, jugábamos una y otra vez dejando a un lado el reloj. Con fortuna desde el perímetro y defendiendo como un bloque, sabíamos que era nuestro momento, el momento de reivindicarnos como equipo, de dar un paso delante, de dejar a un lado esos fantasmas que nos decían que en los partidos importantes nunca dábamos la talla.

Primero, sin prisa igualamos el marcador, para minutos después tomar la delantera de nuevo, tan solo la habíamos llevado en los primeros instantes del encuentro; ya no la abandonamos, la gestionamos con la cabeza fría incluso en esos momentos en los que acariciamos incluso el basketaverage, no era el momento de ganar la liga, era el momento de ganar el partido y sellar el ascenso y así lo hicimos: al término de los 40 minutos estábamos encima en el marcador y eso nos bastaba.

Conseguíamos así el objetivo de esta temporada, poder disputar el próximo año la liga en primera división. Pero sería injusto reducir el partido a tan solo un resultado, hoy (el sábado) demostramos que somos un equipo, todos aportamos, todos sumamos, los que jugaron más, los que jugaron menos e incluso los que no jugaron. Los que estábamos allí y los que estaban en su casa lesionados o en el punto opuesto de la península trabajando, todos, de una u otra manera aportaron algo (en juego, en los entrenamientos o incluso a través de un teléfono). Pero somos conscientes de que el sábado no estuvimos solos, tras nuestro banquillo estaba nuestra afición, que nos han acompañado por todas las pistas de la provincia para apoyarnos con su presencia y sus ánimos: gracias, porque sin vosotros este ascenso no sería posible.

Pero el ascenso no marca el final de la competición nos quedan dos partidos: un aplazado en su momento por diversos problemas entre el equipo local y la Delegación y el último perteneciente a la última jornada de liga, la jornada 14. Hasta entonces disfrutad de este tan trabajado ascenso pero sin olvidar que tenemos una cita en las canchas.

Anotadores: Javier (13), Emilio (14), Adrian (19), Sampedro (7), Abel (-) –quinteto inicial- Marcos (-), Alberto (-), Javi Doval (16), Oscar (14)

Parciales: 17-10; 24-18; 17-26; 20-29 (78-83)

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