Pues aunque a mi hermano no le gustasen (siguen sin gustarle) estas botas cumplen sus bodas de oro; y lo entiendo las Dr. Martens son radicales, o te gustan o las detestas. Porque las Dr. Martens son mucho más que una simple bota, son símbolos de miles de cosas: algunos de vosotros las relacionareis con los colectivos skins, otros con los punkys, quizás con… y es que incluso el Dalai Lama a aparecido con estas botas. Sin duda las Dr. Martens son un icono en si mismas.

Durante la Segunda Guerra Mundial el Doctor Klaus Maertens sufrió un accidente esquiando, sus botas (militares) eran demasiado incomodas por lo que decidió buscar un cuero flexible e introducirle cámara de aire a sus botas para que la comodidad de su maltrecho pie mejorase. No, las DMs no son un calzado militar, si no más bien ortopédico.

Pero las DMs alcanzaron sus cotas de popularidad cuando una compañía inglesa (R. Griggs Groups Ltd.) compró sus derechos de patente, con esta compra de patente también se eliminó la “E” del doctor, quedando así ya para siempre el nombre de Martens (también se introdujo el ribete amarillo como seña de identidad). El 1 de abril de 1960 se comercializaban el primer par de Docs (eran color rojo sangre con costura amarilla y se llaman 1460, 1 del 4 del 60). Desde ese día se han vendido más de 100 millones de pares.

Cada colección cuando con 250 modelos que van desde el dorado hasta el fucsia… pero que queréis que os diga, para mí: las negras de 8 ojos

Pero debido a las fluctuaciones de mercado en 2003 la compañía que las fabrica suspendió la producción de estas botas en Inglaterra derivando sus fábricas a China y a Tailandia.

Informándome para escribir este post un dato llamó mi atención: en los primeros años el target potencial de este producto eran las amas de casa, quienes realizaban el 80% de las ventas eran de mujeres que superaban los 40 años.

He tenido dos pares (siempre negras) y ya sabéis lo que dicen: no hay dos sin tres.