París, jóvenes, amor… ¿hay algo más romántico? Pues probablemente no. El problema es que todas las leyendas no son más que eso: simples leyendas. En 1992 una pareja, Jean y Dense Lavergne, reclamaban a Doisneau sus derechos de imagen, en ese momento Robert Doisneau tuvo que explicar la verdadera historia de su fotografía. La pareja que aparece besándose en la instantánea se trataba de Francoise Bornet y Jacques Carteaud, novios en aquel momento y estudiantes de arte dramático. Una relación que no duraría más de un par de meses.

Esta revelación fue tomada por mucho como una patada a las bases del romanticismo; pero en este momento pregunto: ¿es menos ese beso por ser de unos novios que decidieron posar ante la cámara de Doisneau? ¿es París menos maravilloso? Pues no, el beso, al igual que París, están cargados de pasión, de romanticismo… ¡que más da que fuese posado o no! Sin duda Le Baiser de l’Hotel de Ville ha sido, es y será una de las imágenes más románticas de la historia.

Probablemente esta lámina esté en cientos de paredes de dormitorios o estudios, y seguramente, algún día pueble alguna pared ahora desnuda…

Seguro que otro día hablamos de Robert Doisneau.