Lock, Stock and Two Smoking Barrels

Recuerdo como hace muchos meses, incluso antes del verano, una noche hablando de cine saliĆ³ el nombre de Guy Richie, en ese momento, una chi...

Recuerdo como hace muchos meses, incluso antes del verano, una noche hablando de cine saliĆ³ el nombre de Guy Richie, en ese momento, una chica con la que compartĆ­a tertulia me recomendĆ³ Lock, Stock and Two Smoking Barrels.

Lock, Stock and Two Smoking Barrels es el primer largo del director britĆ”nico tras su corto The Hard Case y supuso quizĆ”s el debut mĆ”s brillante para un director inglĆ©s. Aclamada por el pĆŗblico y situada como nĆŗmero 38 por la revista Total Film dentro de las mejores pelĆ­culas britĆ”nicas de la historia Lock, Stock and Two Smoking Barrels se convirtiĆ³ en obra de culto para muchos cinĆ©filos no solo britĆ”nicos.

QuizĆ”s el mayor problema de Lock, Stock and Two Smoking Barrels es que yo vi antes Snatch, maravillosa segunda pelĆ­cula del inglĆ©s donde se toca de nuevo el tema del azar (como en Rock’n’Rolla), los suburbios londinense y una clase de camorristas de poca monta. Lock, Stock and Two Smoking Barrels es como Snatch pero en pequeƱito (evidentemente Richie no tuvo el mismo apoyo econĆ³mico en su Ć³pera prima que en su segunda cinta).


Lock, Stock and Two Smoking Barrels derrama muchĆ­simo humor negro y una manera de entrelazar situaciones inverosĆ­miles hasta convertirlas en lĆ³gicas (lo de creĆ­bles ya es otra cosa). Pero sobre todo es dinĆ”mica y desarrolla una manera de contar una historia de una forma desconocida hasta aquel momento.

Lock, Stock and Two Smoking Barrels gustarĆ” a quienes lo ha hecho Snacth (y en menor medida Rock’n’Rolla) y servirĆ” para acercarse al cine (del bueno, no en su era Maddona) de Guy Richie a aquellos que aun no lo conozcan.

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