Esta semana se cumplía un año del fallecimiento de unos de los artistas “malditos” del panorama patrio: el gran Antonio Vega.

Quizás sea arriesgado decir que Antonio Vega fue ídolo de una generación, aclamado y denostado a partes iguales, Vega compuso canciones que marcaron un antes y un después en la música nacional, y es que aunque muchos de los que leéis este blog no habíais nacido (yo tampoco lo había hecho) en aquel momento pero hoy sois capaces de reconocer, por ejemplo, La Chica de Ayer tras los primeros acordes.

En el 78 fundaba junto a su primo y dos amigos Nacha Pop, con ellos publicó nueve discos que los consagraron para muchos como la mejor banda de pop español de la historia, quienes al separarse dejaban una de las mejores canciones que se han escrito en castellano (ojo, es una opinión subjetiva y personal) Lucha de Gigantes. Pero Nacha Pop llegó a su fin, según leia hace unas semanas en El Pais los miembros de la banda decidieron separarse como toque de atención a Antonio quien transitaba por la mala vida (no vamos a descubrir en este blog las adicciones de Antonio Vega).

Pero Vega, lejos de la rehabilitación, siguió creando en solitario; algunos dicen que la carrera de Vega siempre estará marcada por Nacha Pop, es indudable, y que su carrera en solitario ha sido un simple añadido a la anterior, esto ya es mucho más cuestionable, canciones como Háblame a Los Ojos o Se Dejaba Llevar por Ti contradicen esta afirmación si bien es cierto que con el paso de los años Antonio Vega se convirtió básicamente en artista de colaboraciones sobre todo a partir de su disco Básico (la colaboración con Elefantes realmente merece la pena) hasta la reunión de Nacha Pop en 2007.

Dicen que la vida de Antonio Vega simplemente se podía definir con una palabra: caos. Un caos que nos trajo maravillosas canciones, que probablemente, para muchos, sean buena parte de su banda sonora particular.

Un año después la magia de Antonio Vega sigue presente más allá de homenajes o discos póstumos… y es que no hay nada mejor que imaginar y es que no hay nada mejor que formular…