Un Slalom por tu Cuerpo

Sonrío al pensar que he inventado un nuevo deporte, un deporte que solo los más privilegiados podemos practicar, un deporte que no necesita ...

Sonrío al pensar que he inventado un nuevo deporte, un deporte que solo los más privilegiados podemos practicar, un deporte que no necesita un equipo caro, el deporte que más me ha gustado en mi vida: hacer slalom por tu cuerpo.

Me gusta comenzar en tu frente, besar tus párpados mientas noto como mueves tu ojo bajo ellos, saltar y esquivar tu nariz rozando tan solo con mi mentón en su punta, sintiendo entonces como se entrecorta tu respiración.

Hacer entonces una escala técnica en tu boca y es que ya sabes que estos nuevos deportes extremos son peligrosos y cansados, que hay que estar en forma para practicarlos, que un petit siusse (a mí me daban dos) a media jornada no está mal.

Tras salir de tu boca, donde suelo engancharme más de lo necesario, remonto tu mentón pero siempre me pasa lo mismo, y es que tras el descanso comienzo flojo y caigo de nuevo a tus labios. Tras este segundo descanso suelo desviar mi ruta, un casto beso en el mentón para desde allí caer a tu cuello… lo sé, es una de las zonas por las que más nos gusta pasear, múltiples cañadas, habitualmente me gusta buscar las arterias pero ambos sabemos que morder el lóbulo de tu oreja tampoco está nada mal…

Bajo por tu clavícula, recuerdo como alguien dijo un día que la clavícula es el hueso de la elegancia, ahora entiendo tus andares… continuo mi slalom llegando a tus pechos, cansado de escuchar quejas sobre su tamaño, sobre su forma, sobre… decido entonces besarte una vez más pensando en ese momento que no tienes razón, que son perfectos, pero no te lo digo, sé que te gusta demasiado tener razón, esta vez te dejo.

Tu ombligo o botón de la risa me espera, sé que tardo un poco en llegar, me entretengo por el camino como lo hago por la calle mientras me llevas de la mano y es que ya sabes que en ocasiones parece que vivo solo en mi mundo dejando la realidad a un lado.

Las cosquillas se convierten en el pan nuestro de cada día y mi slalom se convierte en una pelea entre tu tripa y mi boca, es uno de los momentos que más disfruto y es que tu risa me hace sonreír a mí tontamente.

Y sí, llega el momento que todos estáis esperando, esperando saber que palabras uso para describirlo pero sabéis qué: este es un blog para todos los públicos y los deportes extremos quizás no.

Salud amigos!

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