Chromophobia (Alta Sociedad)

No nos engañemos, soy demasiado aficionado a las películas corales, y Chromophobia pertenece a este grupo de cintas… por lo tanto Chromopho...

No nos engañemos, soy demasiado aficionado a las películas corales, y Chromophobia pertenece a este grupo de cintas… por lo tanto Chromophobia pintaba bien más aun sabiendo que se trata de una crítica a la alta sociedad actual (médicos, artistas bohemios, jueces…)

El desarrollo de las historias es claramente irregular, al igual que las actuaciones: desde la gran actuación Ralph Fiennes quien da vida a un homosexual con ciertas inclinaciones más que reprobables, cuya historia se ve cortada de manera abrupta hasta la actuación de una plana Kristin Scott Thomas quien resulta monótona y cansina.

Mención especial merece el triangulo entre Penélope Cruz, Rhys Ifans e Ian Holm, no por la parte de Ian Holm (aunque la escena con Penélope es de lo mejor de la cinta) o no por la actuación de Penélope (sobreactuada en muchos momentos) si no por Clive Carter y su amor incondicional y romántico… el personaje de Rhys Ifans (de nombre Colin) merece una película para sí solo!

Pero Chromophobia patina en su manera de hilar las historias, una manera demasiado artificial y forzada, perdiendo así credibilidad las historias. Otro de los lastres de Chromophobia es su excesiva duración, innecesaria en la mayoría de las historia.

Pero de lo que no carece la película en ningún momento es de ambientación (y elegancia), escenarios cuidados y trabajados hasta el mínimo detalle... casas de campo, despachos victorianos, anodinas oficinas, casas de diseño sin corazón…

Chromophobia lo intenta pero no lo consigue… no es Crash, no es Babel, no es… Chromophobia es, como las pantallas de colorines, demasiado fría.

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