Life tiene ese regusto al Equipo A, ya sabéis: un hombre fue condenado por un crimen que no había cometido y ahora... ahora no sobrevive como soldado de fortuna si no que tras 12 años en la cárcel es readmitido en el cuerpo de policía de Los Ángeles, concretamente en homicidios.

Como ya supondréis Charlei Crews (así se llama nuestro héroe) se ha propuesto descubrir a quien cometieron el crimen que le ha hecho pasar esa larga temporada en la prisión, perder a su familia y amigos y estar mal visto dentro de la policía. Sí, no os equivocáis, esa es la trama principal de la primera temporada de Life que en 11 capítulos se irá desgranando poco a poco. Y es que es muy del estilo Dexter (en su forma): cada capítulo un caso y un par de minutos para la trama importante de la serie.

¿Qué me ha llamado la atención de la serie? Pues probablemente la filosofía de Crews quien en la cárcel se dedica a comenzar su camino a través del zen y que ahora, una vez fuera, aplica a todos sus casos (dando lugar a escenas dantescas donde nadie entiende al pobre Crews).

Pero sí, no podemos ponernos una venda ante los ojos y Life huele a refrito... ¿Previsible en sus casos? No siempre aunque alguna que otra vez... ¿en su trama principal? Sí, no lo podemos ocultar.

Life es una serie aceptable para pasar el rato y tiene algún que otro punto interesante.