Con la trilogía Millenium sucedió algo realmente extraño, se desató la locura en las estanterías de las librerías más tarde en las taquillas de los cines con la primera de las tres entregas pero como a poco fue perdiendo fuerza y es que dio la sensación de que el marketing Millenium dejó de existir y se conformó con vivir de los réditos de la primera película (estoy hablando de Millenium en el cine).

Pues ahora toca hablar de la segunda entrega de esta trilogía. Si la primera entrega de Millenium me había gustado esta vez el nivel de la historia baja demasiado y en cierta medida sí tienen razón las críticas que la tachan de telefilm en vez de película; está claro que esta segunda entrega se ha convertido en un puente entre la primer y la tercera o por lo menos esperemos que sea así… está claro que La Chica que Soñaba con una Cerilla y un Bidón de Gasolina es una huída hacia delante.

En esta segunda entrega la tensión de la primera desaparece y es en la comparación donde esta cinta sobre; por si misma podría tratarse de una cinta más o menos interesante y probablemente entretenida pero La Chica que Soñaba con una Cerilla y un Bidón de Gasolina viene de aquella Los Hombres que No Amaban a las Mujeres, quien le ha dejado el listón demasiado alto.

Esperemos que la tercera entrega: La Reina en el Palacio de las Corrientes de Aire, retome el pulso de la primera y sea un digno final para esta historia de hacker, conspiraciones e intrigas varias.