How Much Does Your Building, Mr Foster? (¿Cuánto pesa su edificio, Señor Foster?) En una ocasión, el visionario Buckminster Fuller sorprendió al entonces joven arquitecto con esta pregunta. Foster no supo que decir; al día siguiente tenía una respuesta: pesaba demasiado y la mayor parte de los kilos se encontraban en la estructura secundaria que no se puede apreciar, en ese momento Foster lo tuvo claro, algo tenía que cambiar… esta es la premisa de la que parte el documental que da título a este post.
Dentro de la programación estable de cine documental en versión original que organiza el TEA asistimos a la proyección de How Much Does Your Building, Mr Foster? (¿Cuánto pesa su edificio, Señor Foster?). Un documental (codirigido por el ourensano Noberto López Amado) en el que recorremos las obras más emblemáticas del genial arquitecto Norman Foster pero en el que además se nos intenta acercar un poco a la personalidad de tan insigne figura.
How Much Does Your Building, Mr Foster? Nos llevará a la casa natal del arquitecto, a la casa actual, nos mostrará entrevistas donde Foster nos relatará sus experiencias en la lucha contra el cáncer, su lucha propia y la de su primera mujer, nos hablará de las pasiones del arquitecto, visitaremos a sus compañeros de Yale… incluso nos muestra como el arquitecto juega con su hijo de ocho años (un hijo fruto de su relación con la ourensana Elena Ochoa, productora de este documental).
Pero si algo sobresale en este documental sin duda es su fotografía; y es que los primeros minutos las imágenes que nos muestran, por ejemplo, el viaducto de Millau (el más alto del mundo) son espectaculares. Música e imagen se dan la mano para llevarnos a sentir cada arco o cada esquina de cada construcción.
Si a esto le sumamos las ciudades en movimiento, el maratón de esquí de fondo, los paseos en bicicleta… nos encontraremos ante un documental visualmente bello e intenso, capaz de erizar la piel a cualquier espectador.
Pero en este jardín de rosas también encontramos espinas: sin duda, la más grande es la de la réplica. En ningún momento encontramos un solo atisbo de crítica parece que Foster vive en un mundo superior donde el error no existe y probablemente sea así pero esto no nos lo tienen que decir los directores o la productora, lo tenemos que aceptar nosotros: espectadores críticos que nos damos cuenta como los directores rinden pleitesía al genio e intentan que nosotros hagamos lo mismo… error, craso error.
Pd.: ¿qué coño pinta Bono (U2) aquí?
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