Hace años cuando hablábamos de cine argento pensábamos en Cecilia Roth pero en los últimos años el embajador de ese cine de tono tan meloso ha cambiado y sin lugar a ninguna duda ahora el nuevo embajador responde al nombre de Ricardo Darín. Un actor que nunca ha llegado a convencerme pero que ha logrado colocarse esa vitola de actor magistral al que yo nunca he encontrado así.

Si bien por otro lado podemos hablar de José Luis Cuerda (mucho ojo al cameo del director en forma de cura), un director que siempre nos trae pequeñas historias, que no pretende llenarnos los ojos mediante efectos especiales o nuevas tecnologías, un director que cuenta historias pequeñas que tratan de emocionarnos.

Esta vez, con La Educación de las Hadas, el discurso de Cuerda no cambia aunque sí es verdad que recurre (en exceso) a ese realismo mágico tan latinoamericano de hadas, bosques y árboles que hablar. La Educación de las Hadas es una pequeña historia de padres, niños, amantes y amados, una historia etérea que no ha logrado llegarme en ningún momento, de hecho, decidí hacer un alto en medio del visionado de la cinta ya que la modorra podía conmigo.

Ricardo Darín no logra convencerme en ningún momento, no entiendo como es una referencia, un fetiche para muchos directores… esa cara de mustio, esa desidia interpretativa; Darín nunca ha conseguido emocionarme y en esta cinta sigue sin hacerlo. El niño… pues si fuese un niño normal podría incluso estar muy bien el problema es cuando se convierte en un resabido adulto encerrado en el cuerpo de un niño… llega a acercarse a Bruno, aquel niño repelente del pijama rallado… Y Bebe, fíjate tú por dónde la incógnita de la ecuación, he de decir que su actuación sin emocionar es pasable (está al nivel de la cinta).

La Educación de las Hadas se convertirá sin duda en una obra menor del director que nos emocionó con aquella A Lingua das Bolboretas (o como se llamó en castellano La Lengua de las Mariposas). Una cinta para, como hemos dicho desde el principio, los simpatizantes de Darín y los seguidores del cine intimista de Cuerda… para el resto… hay mejores propuestas.