En la tele un capítulo de anteriores temporadas de House; el doctor más famoso del mundo habla con una paciente trasplantada de cornea:
- Antes de ver era arquitecta – le dice ella en un determinado momento
Y surge la discusión, ¿es posible que una persona ciega sea arquitecta? Ellas dicen que no, yo callo… la verdad es que entiendo su postura pero también entiendo que una persona puede tener la suficiente capacidad espacial para crear, de hecho, muchas veces cierras tus ojos para imaginarte algo con más nitidez.
Entro en Google, busco y encuentro. Encuentro la historia de Chris Downey un arquitecto de 47 años, quien a raíz de un tumor cerebral se quedó ciego y ahora diseña edificios adaptados a su discapacidad. En 2008 a Downey le detectan un tumor benigno cercano a los nervios ópticos, los cuales, poco a poco, son presionados por el crecimiento del tumor; pero Downey no le da demasiada importancia hasta que tras un par de caídas con su bici y el no conseguir atrapar una pelota de beisbol mientras juega con su hijo hacen que el arquitecto se someta a una resonancia que revelaría el crecimiento del tumor hasta convertirse en una pelota de golf de células no malignas dentro de su cabeza.
Downey decide entonces someterse a una arriesgada cirugía, de la cual despierta y descubre que ve como si estuviese en una piscina, es decir, solo la mitad del horizonte, al día siguiente se da cuenta que la parte superior de la piscina también se empieza a perder hasta que a los cuatro días pierde la visión completa en ambos ojos.
Meses después intentaría volver al trabajo pero en su anterior estudio considerando que sería mejor opción prescindir de él. Downey pierde la visión, pierde su trabajo y “ve” como caen por tierra muchos sueños… comienza una búsqueda de un halo de esperanza, un rayo de luz que aparece en Lisboa donde vive un arquitecto ciego con el que Downey contacta, más tarde Downey conocería a un joven que trabaja como arquitecto forense. En ese momento Chris Downey decide seguir luchando por su sueño: crear un mundo más bello.
Mediante antiguos contactos Downey entre en contacto con la empresa encargada de diseñar un centro de rehabilitación para veteranos del ejército con ceguera y politraumatismos en California. Downey tiene un proyecto, una ilusión y muchos planos en braille.
Sí, Chris Downey es el caso más conocido de arquitecto ciego pero como bien hemos dicho Downey decide seguir con su carrera cuando conoce a un arquitecto lisboeta que responde al nombre Carlos Mourao Pereira.
Carlos Mourao Pereira nació en 1970 en Lisboa y en 1997 se licenciaba por la universidad de la capital lusa en Arquitectura aunque ya colaboraba con diversos estudios de arquitectura desde principios de los 90. Arquitecto, docente, alumno (está cursando su doctorado) en 2006 se quedó ciego pero esto no supuso un parón en su formación o en su trabajo.
De hecho su carrera avanzó vertiginosamente tras su ceguera cuando su propuesta fue la elegida para llevar a cabo en Lourinha donde el arquitecto diseñó una serie de piscinas en el océano Atlántico. Dicha obra se ha convertido en una obra de cabecera para la arquitectura contemporánea ya que en la misma se ofrecen una serie de innovadoras soluciones para la accesibilidad de personas con deficiencias, no solo visuales, si no de accesibilidad, por ejemplo, personas en sillas de ruedas.
¿Es entonces posible ser ciego y arquitecto? Estos dos casos (supongo que habrá más, de hecho, tengo constancia de un arquitecto forense ciego pero no he conseguido averiguar su nombre) son el ejemplo de que sí se puede ser ciego y ser arquitecto. Para ser justos hemos de decir que ambos perdieron la vista tras (bastantes) años trabajando ya como arquitectos por lo tanto siendo conocedores de las formas y volúmenes, teniendo una visión espacial educada…
Pero estos son ejemplos que rebaten esa premisa que la arquitectura es dibujo, la arquitectura es mucho más que eso, es mucho más que una hoja de papel con una casita dibujada, la arquitectura es un esfuerzo creativo total, en el que deben intervenir todos los sentidos o por lo menos los máximos posibles. Además de dos grandes ejemplos de superación.
2 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?