Otro Día en el Mundo (I)

Ring, ring… ring, ring… Miras el despertador, es temprano, bueno, para la humanidad no para ti seguro que sí y es que la noche anterior fue ...

Ring, ring… ring, ring…

Miras el despertador, es temprano, bueno, para la humanidad no para ti seguro que sí y es que la noche anterior fue larga.

Ring, ring… ring, ring…


Te levantas de cama, entre la penumbra, hace ya horas que entra luz por la ventana te pones su batín, no es tu talla, de hecho parece más una capa de Darth Vader que un batín de andar por casa.

Ring, ring… ring, ring…


Recorres el pasillo arrastrando los pies mientras maldices el timbre, al que timbra y a su puta madre “esto es una casa honrada, no son horas de molestar” piensas. Llegas a la puerta, agarras con fuerza el pomo y abres sin haberte despertado… el descansillo vacío; sacas la cabeza, miras a la derecha, miras a la izquierda: nadie. Te asomas al hueco de la escalera y tres pisos más abajo ves como un hombre trajeado abandona el edificio, decides entonces volver a cama.

De camino a un ciénaga te encuentras con tu compañera de piso “joder, que repelente es, siempre con esa mirada de perdonavidas”.

- ¿Qué pasa? ¿Fue una noche larga? –
- ¿En tu casa no te dicen “buenos días”? – respondes con voz de Tom Waits
- ¡Ay! ¡Cuándo cambiaras! –
- En día que te vayas de aquí… - refunfuñas mientras cierras la puerta

Te metes en cama, las sábanas aun están calientes pero entra demasiada luz para dormir de nuevo (aunque no por ello vas a dejar de intentarlo); cierras los ojos y respiras hondamente… joder, huele a su champú… hace dos días que no la ves y te parece una eternidad. Abres los ojos y programas el día: entrenamiento, comprar regalos de navidad, ir a tomar un café al Ladrón… ¿es jueves o es viernes? Viernes, quizás una cerveza a la noche y para comer ya sacaré algo del congelador.

Decides que el día a comenzado pero tú lo comenzarás desde cama, agarras el portátil… “internet funciona, menuda novedad” piensas, lees el correo, spam, basura, un correo de una antigua amiga que creías perdida, más spam… actualizas el blog y revisas esa web de trabajos de los que nunca te llaman, pierdes la esperanza.

Decides entonces calzarte las zapatillas y salir a correr. Comienzas a trotar, suena Foo Fighters aceleras el ritmo; sales de la calle, abandonas el asfalto, pisas las tierra, escuchas tus pies golpeando en el suelo decides entonces subir al máximo el volumen de tu reproductor. Corres, sudas, el cuello te palpita (amigo, ya no estás en forma!!!). Decides entonces atajar por el sendero de la derecha y llegas de nuevo a la puerta del parque. Bajas el ritmo y regresas a casa.

Al llegar a casa vas directo a la ducha: única parada el tendedero, tu presa: una toalla limpia. Te metes en la ducha y abres el agua, golpea en la bañera mientras de fondo suena Papillon y es que te has olvidado de apagar el iPod.

Te duchas con calma, te cagas en la alopecia, en la crueldad genética de tu pelo. Sigues planeando el día, plantear el partido de mañana y llegas a la conclusión de que ella no estará en la grada y las cosas saldrán como tengan que salir, te planteas si tanto trabajo entre semana es útil… sabes que no pero te pagan por ello, luego entonces trabaja.

Llegas a la habitación con la toalla en la cintura, el ombligo húmedo y la cabeza aun mojada, tienes que cortarte el pelo… el 18, programas… te sientas en la cama desnudo y revisas sin esperanzas de encontrar nada interesante, así es: tonterías del Facebook y spam. Suspiras y pones a Bowie, tarareas Heroes a la vez que te pones esa camiseta que tanto te gusta. Miras el reloj y… ¡Joder! ¡Llegas tarde! Toca correr camino al trabajo.


continuará…

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