Shiner

Shiner no es una película, Shiner es un homenaje a Michael Caine y hemos de entenderla como tal: como una película hecha a la medida de u...

Shiner no es una película, Shiner es un homenaje a Michael Caine y hemos de entenderla como tal: como una película hecha a la medida de un actor, donde da vida a un personaje escrito para él, para nadie más, como un anillo de campeón de la NBA hecho a medida del dedo del portador, así es Shiner para Caine.

Tras saber esto nos sentamos ante una cinta que retoma el tema pugilístico en el cine, que busca el Toro Salvaje de Scorsese, esa violencia tan cruda como noble… pero va mucho más allá, al boxeo une la corrupción creando así una de esas películas de gánsters ocultos bajo un negocio como es en este caso el boxeo. Y no hay más, simplemente Caine ante la cámara elegantemente vestido con la intención de saber la verdad, llegando al punto de perder interés la historia, porque a John Irvin (director) le da igual, tan solo quiere ver actuar a Caine a la antigua usanza. Y he aquí uno de los mayores problemas de esta cinta, la historia suena a mil veces contada, no hay nada nuevo, es un camino a la perdición y lo sabemos.

Shiner es una cinta para los amantes de las historias negras de corrupción y para los admiradores acérrimos de Caine… al resto quizás no le haga demasiada gracia esos toques horteras.

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