Sons of Anarchy: 2ª temporada

Si la primera temporada de Sons of Anarchy me había parecido realmente buena esta segunda solo se puede definir con un adjetivo: soberbia y...

Si la primera temporada de Sons of Anarchy me había parecido realmente buena esta segunda solo se puede definir con un adjetivo: soberbia y es que os puedo asegurar que Sons of Anarchy cierra esta segunda temporada con uno de los capítulos más impresionantes de la televisión (¡qué ya le gustaría a Lost, señora!).

Si de la primera temporada habíamos dicho que no escatimaba en violencia, en sangre y demás esta segunda no cambia demasiado aunque sí sucede algo extraño: capítulo a capítula la dosis de violencia aumenta un poquito así que al llegar al último capítulo de temporada (el número 13) la situación toma tintes dantescos; y es que en el último episodio (de una hora de duración) vemos perder la vida a amigos, a enemigos, a mujeres, hombres, moteros y no moteros… todo para como ya os he dicho dar lugar a uno de los mejores episodios de una serie de televisión (a la altura del doble capítulo final de la cuarta temporada de House).

En esta temporada seguimos sumando: Mayas, Norteños, Nueves… pues ahora nos encontramos a la ATF y sobre todo a la Liga de Nacionalista Americanos, comandados por Ethan Zobelle (papelón de Adam Arkin a quien ya conocéis de Californication). Cada capítulo es una batalla en la que intentaremos vencer una guerra en la que estamos acorralados y es que esta temporada es una partida de ajedrez constante.

Como siempre me gustaría repasar los personajes: sin duda el personaje principal de esta temporada es Gemma (Katey Sagal) es la matriarca de SAMCRO y así se demuestra, sin duda es el personaje con mayúsculas de la temporada aunque no es el único que crece. Tig y sus remordimientos, Opie y sus ansias de vengaza se unen a la terna de principales para aportar su granito de arena en la concepción de esta gran serie.

Me da pena que llegue el final de uno de los personajes más simpáticos de la serie en el último capítulo, evidentemente no iré su nombre para no reventar la serie a nadie.

Y es que a ritmo de Gimme Shelter de los Rolling en la versión de Paul Brady nos despedimos hasta la próxima (y esperemos no muy lejana) temporada de los Hijos de la Anarquía, una de las mejores series de la historia de la televisión sin lugar a ninguna duda.

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