¿Hasta cuándo lucharías por tu sueño? ¿Qué estarías dispuesto a hacer por lograrlo? Esta es la premisa de la que parte este documental, sí, habéis leído bien Anvil, El Sueño de Una Banda de Rock no es una película, Anvil, El Sueño de Una Banda de Rock es la vida real a través de una cámara.

Pero pongámonos en situación: es el verano de 1984, Festival Super Rock en Tokio, sobre el escenario las mejores bandas de rock del momento, los alemanes Scorpions, los estadounidense Bon Jovi (cuando Jon tenía el pelo largo y Sambora parecía tocar), los ingleses Whitesnake y los canadienses Anvil. Hoy, en 2011, todos hemos escuchado mencionar los nombres de estas bandas, de todas menos de una ¿Quiénes son Anvil?

Anvil fue la primera banda capaz de trasladar los sonidos heavy británicos a norteamérica, por decirlo en cierta manera son los chamanes del rock duro americano, los padres de Anthrax o Metallica, los ídolos de Slash, los iconos a seguir por Slayer. Entonces ¿Por qué no sabemos nada de ellos? Pues la verdad es que nadie lo sabe, de hecho el documental comienza con una serie de entrevistas a por ejemplo Slash (ex Guns & Roses, Velvet Revolver…) o a Lars Ulrich (el batería de Metallica) en las que cuentan como los viejos Anvil influyeron en su música y el peso de estos en el panorama musical de los 80.

Pero ese era el pasado, el presente de Anvil es muy diferente, tan solo quedan dos de sus cuatro miembros originales: Robb Reiner (batería) y Lips (cantante y alma del grupo), dos amigos de 50 años que aun sueñan cada noche con volver a llenar escenarios, vender millones de discos y vivir de su sueño: el rock.

Este documental viene de la mano de Sacha Gervais, quien antes que director fue fan de los Anvil y que ahora considerada necesario colocarlos en el lugar que les corresponde; a modo de homenaje Gervais nos muestra el calvario cotidiano que sus héroes tienen que pasar, injustas para él director e injustas para la mayoría de gente que rodea a Lips y a Robb-o. Intenta Gervais sacar con este documental al grupo de las sombras en las que Anvil, no se sabe demasiado bien por qué, cayó; un intento de resurrección para un enfermo terminal… o quizás no tan terminal.

Muchos pensareis que este documental tan solo es para amantes del heavy y del rock pero no, este documental es para todos los públicos; aquí no se habla de música aunque esté presente en todo momento y en todas las conversaciones, se habla de cómo la música es el sueño de dos cincuentones quienes en un momento fueron tocados por una varita y ahora sobreviven con empleos cotidianos.

Y es que Anvil, El Sueño de Una Banda de Rock cuenta con momentos sobrecogedores como el segundo viaje de los Anvil a Japón y es que los ojos de Lips recuerdan a los ojos de un niño pequeño en la mañana de reyes cuando mira sus regalos aun envueltos esperándole. Anvil, El Sueño de Una Banda de Rock habla de música pero sobre todo habla de dos amigos, de lo profunda que puede llegar a ser una amistad (con sus buenos y sus malos ratos).

Esta cinta nos muestra a dos tíos en una lucha irracional en la que quizás todos hubiésemos desfallecido pero ellos no, ellos siguen arrastrándose por las discográficas, tocando para borrachos en pequeños clubes y lo hacen porque saben que es un peregrinaje necesario para lograr su sueño, el sueño que un día consiguieron y que anhelan volver a vivir. Dos tíos que quizás tachemos de ilusos, de soñadores, de mil cosas pero que nunca tacharemos de cobardes.

He pensado mucho y aunque no es una cinta de cine he decidido otorgarle gatitos a este documental (a diferencia del de Sting y su cerebro musical) porque al terminarse el documental me he quedado con la sensación de haber vivido con ellos su sueño y me apetece que se cumpla, porque es una historia sincera de dos tíos que creen en los que hace y porque me da la gana (para eso el blog es mío) he decidido que Anvil, El Sueño de Una Banda de Rock se merece: